Hace años que el debate en el mundo del rugby sigue abierto: ¿cuál es el mejor equipo del mundo? El actual bicampeón, Sudáfrica, o una Irlanda que pisa fuerte en cada cancha pero que no pudo consagrarse la última Copa del Mundo a pesar de llegar como uno de los favoritos.
Por este motivo, esta serie de dos encuentros disputados en Pretoria y Durban fueron presentados como la gran definición para ver quién domina el circuito internacional. Sin embargo, hubo un triunfo por lado en dos partidos que sacaron chispas. Fue primero 27-20 para los locales y, en la semana siguiente, el Trébol se impuso 25-24 con un agónico drop de Ciarán Frawley.
Tras el cierre del último test match, Conor Murray aseguró: “Al reunirme con los sudafricanos el fin de semana pasado, y nuevamente esta semana, hay un gran respeto por lo que han hecho en los Mundiales y demás. Les tenemos un respeto total y es un honor poder enfrentarnos cara a cara con ellos. Hubo muchos nervios esta semana, pero es bueno cuando vale la pena”.
Además, no esquivó las balas al hablar de la rivalidad creciente y el entrenador adversario: “Creo que es bueno para el juego, ¿no? Dijimos que no escuchamos lo que sucede fuera del campo con Rassie (Erasmus), pero eso le agrega otro elemento".
Del otro lado, Erasmus no puso objeciones sobre la derrota. “Podemos sentarnos acá con cara triste y pensar en excusas, pero ganó el mejor. Estamos realmente decepcionados y los aficionados también lo estarán".
Por su parte, el capitán de Springboks, Siya Kolisi agregó que "hubiera sido fantástico ganar la serie y definitivamente estamos sufriendo, pero no estamos muertos y volveremos. Les permitimos marcar la pauta del partido en la primera parte. Hay muchas cosas que podemos mejorar como grupo. Cada uno de nosotros como individuo nos miraremos a nosotros mismos. Ojalá podamos rectificar esto la próxima vez”.