Afronta un momento y un torneo especial. Casper Ruud llega a Roland Garros, donde el año pasado jugó su primera final de Grand Slam, con 1.200 puntos para defender, justo en un 2023 con serios problemas, ya que disputó 25 partidos, de los cuales se impuso en 15. Sí, ya acumula 10 derrotas en cinco meses del tour.
Luego de jugar cinco finales y ganarlas todas en 2021 y de imponerse en tres de las siete que disputó en 2022, Ruud vive una cita particular en la arcilla de Paris, en su superficie favorita. Justamente, el año pasado hizo final en Roland Garros, Miami, el US Open y las Finales ATP, siendo su temporada estrella, al punto de haber estado cerca de trepar al N°1 del ranking mundial.
Pero de golpe se derrumbó su serie de victorias y en 2023 al menos se sacó las ganas de gritar campeón, en Estoril, pero no le gana a un colega Top 10 desde la cita final en Turin de noviembre pasado.
Tras rápidas despedidas en Auckland y el Abierto de Australia, Ruud se tomó un descanso y acortó la gira sudamericana. “No es nada fácil. Como tenistas, vivimos intentando ganar partidos, en eso basamos nuestros rankings y nuestros ingresos; hay que ganar para conseguir puntos y dinero”, le dijo el noruego al sitio oficial de Roland Garros, el certamen donde en 2022 cayó en la definición ante el español Rafael Nadal, quien allí extendió al récord a 24 coronas en ese torneo.
En Roma hizo semifinales, donde cayó en el duelo nórdico europeo contra el joven danés Holger Rune. “Las cosas pueden cambiar muy rápido, para mejor o para peor. Un partido puede ser la solución a todo”, expresó Ruud, a las puertas del Abierto de Francia, el segundo Major de la temporada.
“Esas victorias en Roma pueden ser parte de un éxito venidero. Me esperan muchas semanas importantes y si quiero mantener mi clasificación, tengo que ganar algunos partidos más e intentar hacerlo bien las dos próximas semanas. Es curioso porque no creo que haya hecho nada diferente o peor en los últimos meses en los que no me fue tan bien en comparación con el año pasado. Creo que soy mejor jugador este mayo que el mayo pasado, o el pasado septiembre. Siento que estoy mejorando como jugador, pero los márgenes son muy pequeños a este nivel”, remarcó.
Sin dudas, Paris está a la vuelta de la esquina y debe intentar meterse en la semana decisiva de acción, la segunda, para no ceder tanto terreno en el ranking y a su vez mantener la confianza lo más estable que pueda. Se juega mucho y necesita una gran versión, con gran solidez.