Alexander Zverev (2° de la ATP) regresó a las semifinales del Abierto de Australia, tras imponerse en los cuartos de final ante el estadounidense Tommy Paul (11°) por 7-6 (1), 7-6 (0), 2-6 y 6-1 en poco más de tres horas y media de juego.
A diferencia del partido, en el que se lo pudo ver tenso y discutiendo en varios momentos con el umpire español Nacho Forcadell, el talentoso diestro estuvo completamente difernete en la tradicional entrevista que se hace al pie de la cancha con el exjugador Jim Courier.
Liberado de la presión del partido, el alemán se mostró más suelto y hasta se animó a bromear cuando le consultaron por el partido entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic: "Va a ser muy aburrido, no tiene sentido quedarse después de haber visto a Zverev contra Paul".
Asimismo, previamente, le habían preguntado sobre un curioso saludo con su pareja, Sophia Thomalla. "Sabés que en este lugar, en el área de jugadores, hay cámaras por todos lados. ¿Lo sabés? Te hemos estado viendo. Te vimos a vos y a Sophia, ustedes tienen algo cool dando vuelta. Tienen que explicarme de qué se trata. ¿Qué es este saludo secreto que tienen?", consultó el ex número 1 del mundo en plena Rod Laver Arena.
El alemán fue consultado sobre un curioso juego de manos que hizo junto a su pareja.
"No sé que hicimos, estuve jugando por casi cuatro horas recién. Con Sophia estamos juntos hace tres años y medio. Mira hombre, tenés que entenderlo; somos alemanes. Esta es la versión más cool que un alemán puede ser", contestó el dueño de 23 títulos, generando instantánemente la carcajada de todos los espectadores.
Sin embargo, Courier, proclamado en 1992 y 1993 en el cemento oceánico, no se quedaría atrás, entreteniendo aún más al público presente: "Estoy casado hace 14 años con mi mujer y no tenemos un saludo. Tenemos que seguir supongo".
Con la victoria ante el norteamericano, Sasha logró avanzar a las semifinales, misma instancia a la que llegó en el 2020 y 2024. A diferencia de las dos últimas, en este 2025 buscará acceder a su primera definición en el Grand Slam oceánico, algo que hasta el momento se le negó.
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