Durante estas dos semanas de actividad en Roland Garros, Novak Djokovic (3° del ranking ATP) ha mostrado su categoría en los momentos decisivos de los partidos. En la definición contra Casper Ruud (4°) no podía ser de otra manera: desde el comienzo de la competencia, ganó cada uno de los tiebreaks disputados. ¿Lo más increíble? No cometió errores no forzados en ninguno de ellos.
La última edición se había marchado de París con un 7-6 (4) en contra en el partido que protagonizó ante Rafael Nadal. Sin embargo, esa caída en cuartos de final parece haber servido como reseteo para el serbio en Roland Garros. En 2023 lleva acumulados seis tiebreaks en lo que se ha desempeñado de manera perfecta.
En la primera ronda, inauguró esa definición sobre Aleksandar Kovacevic para firmar el partido por 6-3, 6-2 y 7-6 (1). En la siguiente instancia, abrió el score con un 7-6 (2) que luego se extendió con 6-0 y 6-3 frente a Marton Fucsovics.
Más tarde, en tercera rueda, Alejandro Davidovich Fokina le dio más problemas de lo que podría haberse imaginado. Para destrabar esa batalla, el nacido en Belgrado hace 36 años tuvo que mostrar lo mejor de su tenis para sellar el 7-6 (4), 7-6 (5) y 6-2. Entre los últimos ocho, se citó con Karen Khachanov replicando lo que venía haciendo hasta entonces: luego de un set inicial adverso, sacó un 7-6 (0) que sirvió como empujón para los siguientes 6-2 y 6-4.
En la gran final, ante Casper Ruud de Noruega, afrontó un inicio de partido complicado que pudo sacar adelante justamente en su sexto tiebreak del torneo: 7-6 (1) para tomar la delantera en busca del título de Grand Slam N°23.
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