Leyenda es una palabra que define a la perfección a Andy Murray (N°44 del ranking ATP). El escocés, al igual que la semana pasada, volvió a conquistar un título Challenger. Esta vez fue en Nottingham, tras derrotar en la final al francés Arthur Cazaux (N°181) por 6-4 y 6-4.
En el camino, se cargó a Joris De Loore (N°194), Hugo Grenier (N°127), Dominic Stricker (N°117), Nuno Borges (N°73) y al mencionado Cazaux. Lo más destacado es que ha culminado la semana sin ceder sets en todas sus presentaciones.
El ex N°1 tiene una cadera de metal para un corazón de oro. Resiliente como pocos e incansable como ninguno. A sus 36 años, acumula diez victorias consecutivas (alzó el trofeo en Surbiton la semana pasada) y su tenis está en constante crecimiento.
Por supuesto que hay más motivos para festejar. Murray, campeón de 46 títulos ATP y cinco Challengers, ascenderá hasta el 38° del ranking. Es su ubicación más alta desde el 23 de abril del 2018.
El escocés, especialista en la superficie, ganó dos campeonatos en el All England, cinco en Queen's y los Juegos Olímpicos de Londres 2012, sumados a los dos éxitos recientes a nivel Challenger. Tiene un curriculum que habla por sí solo y argumentos de sobra para soñar, por qué no, con dar la nota en Wimbledon.
Por lo pronto, dirá presente en una nueva edición del ATP 500 de Queen´s y tendrá un desafió de cuidado en el debut: el australiano Alex De Miñaur (N°18).
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