Alexander Zverev (3° del mundo en aquel 2022) vivió uno de sus peores momentos dentro de una cancha: en el punto previo al comienzo del tiebreak del segundo set ante Rafael Nadal (5° de la ATP), en las semifinales de Roland Garros, el alemán llegó exigido a una pelota y se dobló el tobillo.
Después de gritos desgarradores de dolor e irse de la cancha en silla de ruedas, Sascha volvió en muletas para oficializar su retiro del match. Era uno de los mejores encuentros del torneo, ya que se encontraba 7-6 (8), 6-6, arriba Nadal, en más de tres horas de un intenso juego.
De esta manera, Novak Djokovic (1°) se aseguró seguir siendo el número uno del mundo, ya que si Zverev se consagraba campeón lo iba a desplazar. Por otro lado, Alexander, si era finalista trepaba al segundo lugar del ranking mundial.