Roland Garros y la Philippe Chatrier presenciaron un partido plagado de historia por la primera ronda del Abierto de Francia. Andy Murray (75°) y Stanislas Wawrinka (97°) revivieron las viejas épocas al protagonizar un cotejo extraordinario que terminó con victoria del suizo por 6-4, 6-4 y 6-2 en dos horas y 19 minutos de peloteo.
El ex número 3 del mundo se mostró superior desde un inicio para traducirlo en el marcador, ensayando un juego preciso y feroz, complementado con un revés a una mano soberbio, para presionar en los momentos exacto, romper el servicio rival en cuatro oportunidades y no permitirle reacción alguna al dueño de 46 títulos, finalista en 2016.
De esta manera, el campeón en 2015, que se presentó por 19° ocasión en el polvo de ladrillo francés, sumando su 46° triunfo en el cuadro principal, superó por décima oportunidad al ex líder del ranking, quinta en un torneo Grand Slam, el cual aún domina el historial entre sí, a raíz de 13 festejos, dos en instancias definitorias.
En virtud de la celebración, el 16 veces coronado en el máximo nivel enfrentará en la próxima instancia al ganador del duelo entre el británico Cameron Norrie (33°) y el ruso Pavel Kotov (56°), mientras que el experimentado escocés se despidió definitivamente bajo una lluvia de aplausos y ovaciones del estadio principal.