Las pulsaciones aumentan en cada encuentro en el ámbito profesional, más aún si se trata de una final, instancia en que el tenista francés Arthur Fils (28°) generó la reprobación del local Alexander Zverev (4°) y del público alemán en la apretada definición del ATP 500 de Hamburgo.
Tras imponerse 6-3 en la manga inicial y ceder 6-3 en el segundo parcial, el talentoso juvenil, de 20 años y quinto sembrado, que había eliminado al argentino Sebastián Báez (18°) en la ronda previa, acusó molestias físicas en un momento clave del match, sirviendo 5-5 con oportunidad de quiebre en contra, instante en que optó por sacar de abajo para desatar las recriminaciones del campeón defensor y los silbidos de los espectatores.
Pese a fallar en su arriesgado intento, el nacido en Bondoufle, el cual se presentaba por tercera ocasión en el última día de una competencia, después de coronarse en Lyon y ceder en Amberes, ambos durante 2023, evitaría en la segunda chance la rotura del medallista olímpico en Tokio 2021, quien ejecutaría una devolución ancha para despertar la ironía del visitante, desafiando gestualmente a los fanáticos.
Posteriormente, el último participante en las Next Gen Finals, que mantendría su saque en el extenso game, se detendría por unos segundos en el banco del anfitrión, justifcando los motivos de su accionar, quien le manifestaría su descontento cara a cara hasta la intercepción del umpire.
La polémica sumaría un capítulo más en el saludo final en la red, zona en que el dueño de 22 títulos estiraría desganadamente la mano para felicitar al galo, que se adueñaría 6-3, 3-6 y 7-6 (1) del batallado match en tres horas y 20 minutos de juego, sin establecer contacto visual alguno.
No obstante, minutos luego, Zverev evidenciaría un signo de madurez y grandeza durante la premiación al felicitar con una sonrisa mediante a Fils, regándolo de champagne para ganarse los aplausos y poner punto final al incidente.