El séptimo enfrentamiento entre sí correspondió al tenista serbio Novak Djokovic (2°), que se impuso 7-6 (3) y 7-6 (2) frente al español Carlos Alcaraz (3°) en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024 para colgarse la tan ansiada medalla dorada y pasar al frente en el historial.
Pese a arrasar en la definición de Wimbledon, el talentoso murciano no logró trasladar su supremacía hacia el polvo de ladrillo francés, donde el legendario balcánico se "pasó el juego" al convertirse en apenas el quinto jugador en completar el preciado Golden Slam, compuesto por al menos una coronación en los cuatro Grand Slam y en la emblemática cita.
"Son condiciones distintas, superficies diferentes. No es lo mismo jugar individualmente que representar a tu país en unos Juegos Olímpicos. Es un cúmulo de cosas totalmente diferentes a las que había en Londres", reveló en conferencia de prensa el pupilo de Juan Carlos Ferrero, que se transformó en el más joven en acceder a una definición en el multidisciplinario evento de naciones.
Posteriormente, el ex número 1 del mundo analizó más detalladamente las claves de su derrota en la capital gala: "He intentado buscar soluciones, ha sido un partido muy ajustado. En los momentos claves no he podido aprovechar las oportunidades, mientras que Novak ha jugado a un nivel muy alto. En los tie-breaks, en las chances de quiebre en contra, él ha incrementado el nivel. Creo que he jugado a un nivel muy alto, ahora queda aprender para el futuro. Cuando desaprovechas las oportunidades contra un jugador como Novak te pasa factura".
"Por un momento he pensado que había defraudado a todos los españoles. De ahí ese derrumbe emocional y las lágrimas. Pero una vez que he tenido la medalla colgada me he dado cuenta de que debía disfrutarlo. Es muy difícil ganar una medalla olímpica, tengo que valorarlo y estar muy orgulloso", culminó el dueño de 15 títulos, que no se presentará en el Masters 1000 de Montreal.