Naomi Osaka (95ª del ranking femenino) confesó que introdujo una nueva estrategia en su preparación para los torneos: lecciones de ballet. Tras superar la primera ronda del WTA 1000 en Toronto a la tunecina Ons Jabeur (16ª), remarcó que en el último tiempo se enfocó en mejorar sus movimientos en la cancha junto a una bailarina.
“Le dije que uno de mis objetivos es hacer el famoso Split Forehand como (Kim) Clijsters y Serena (Williams), así que espero hacerlo quizá en los próximos meses”, confesó la japonesa sobre el trabajo de Simone, a la que considera también su entrenadora mental.
Previo a su duelo de segunda ronda ante la belga Elise Mertens (35ª), Osaka expresó su gratitud hacia su equipo de trabajo por su apoyo continuo, destacando que no ha sufrido lesiones durante todo este tiempo, algo que atribuye en parte al entrenamiento específico de ballet.
La exnúmero uno del mundo, bicampeona en Australia y en el US Open, retomó la competencia en Canadá donde no jugaba en pistas duras desde su participación en Miami, hace cinco meses. “Estoy muy contenta de volver a la pista dura incluso en la forma en que regreso ahora tras la arcilla, así que espero que pueda seguir implementando las cosas que he aprendido”, resaltó.