Del puesto 62° al 23° en una semana, terminando con una sequía de 21 años para el tenis australiano e ingresando por la puerta grande a una icónica lista: Alexei Popyrin se convirtió en el nuevo campeón del Masters 1000 de Montreal atravesando una serie de desafíos que hacen aún más especial su primera consagración en la categoría.
¿Qué tienen en común Juan Martín del Potro, Stan Wawrinka, Marin Cilic y Dominic Thiem con Alexei Popyrin? No, no son los Grand Slam (todavía). Todos ellos cuentan con un título de Masters 1000 en su palmarés. Una curiosidad que rápidamente se viralizó entre los aficionados del deporte debido a la sorpresiva consagración del oceánico en Canadá.
El tenista de 25 años nacido en Sídney no solo superó a sus compatriotas Nick Kyrgios y Álex de Miñaur como el encargado de cortar con la extensa sequía sin títulos en la categoría para el país oceánico sino que, además, empató en el conteo con figuras de renombre como los mencionados.
El suizo fue el primero de ellos, producto de su esperada victoria en el prestigioso certamen de Montecarlo 2014. Luego llegó el turno del croata que, en su primera y única chance de quedarse con una presea de ese nivel, tocó el cielo con las manos en Cincinnati 2016. Más tarde llegó la inolvidable consagración del argentino en Indian Wells, torneo que, un año después, vería al austríaco haciendo lo propio.
¿Será esta una especie de señal o línea de sucesión para Alexei Popyrin? ¿Podrá unirse a esos íconos del tenis como campeón de Grand Slam en algún futuro? Eso todavía no lo sabemos. Por lo pronto, el australiano sigue tomando impulso a fuerza de trabajo en el circuito más exigente del mundo.
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