Así como fue una noticia bomba la unión de dos grandes de la historia del tenis, el amanecer del "martes 13" fue tal y lo que refleja esa fecha de calendario alguno. Novak Djokovic y Andy Murray dejan de trabajar juntos después seis meses de colaboración en la que el ganador de 24 Grand Slams no ganó ningún título. Quedó un récord de 12-7 en la temporada.
El británico se estrenó como entrenador del serbio el pasado enero en el Abierto de Australia, donde Novak ganado en diez ocasiones, pero el undécimo se truncó en semifinales, al retirarse por una lesión muscular.
A la decepción en Melbourne le siguió una derrota en primera ronda en Doha y en Indian Wells, una final en el Masters 1000 de Miami y una paupérrima gira de polvo de ladrillo en la que perdió en sus debuts en Monte-Carlo y en Madrid.
A Roma no se presentó y su próxima aparición en el circuito será la semana que viene en Ginebra, justo antes del comienzo de Roland Garros. "Muchas gracias, entrenador Andy, por todo el trabajo duro, la diversión y el apoyo durante los últimos seis meses tanto dentro como fuera de la cancha. He disfrutado mucho hacer nuestra amistad más profunda", dijo Djokovic en un comunicado.
"Gracias, Novak, por la increíble oportunidad de trabajar juntos y gracias a su equipo por todo el trabajo duro durante estos seis meses. Le deseo a Novak lo mejor para el resto de la temporada", añadió el escocés.
Antes de colaborar, Murray y Djokovic mantuvieron una de las rivalidades más interesantes del tenis, con 37 enfrentamientos en los que lideró el serbio con 26 triunfos por 11 del británico.
Se midieron en siete finales de Grand Slam, con Djokovic triunfando en cinco de ellas, a excepción de la de Wimbledon 2013 en la que Murray se convirtió en el primer británico en ganar en el All England Club en 76 años.
Además, en 2016 vivieron una de las mejores batallas por el número uno del mundo, con el puesto en juego en la final de la Copa de Maestros que se llevó Murray.