Jornada repleta de emociones se vivió este domingo en Roland Garros, que le brindó su merecido homenaje a su rey, el español Rafael Nadal, el cual marcó un antes y un después al consagrarse en 14 ocasiones y se había retirado del tenis profesional en noviembre de 2024.
"No sabía nada sobre la ceremonia. Lo único que sabía antes de salir es que habría un video, después mi discurso y luego algunas sorpresas. Pero no me querían decir", confesó el ex número 1 del mundo, que tan solo cedió en cuatro oportunidades sobre el polvo de ladrillo francés, en conferencia de prensa, luego de descubrir que una plaqueta con su nombre, su pisada y sus títulos yacerán eternamente a un costado de la Philippe Chatrier.
"Después cuando lo vi pensé que solo sería por este año. Al saber que estará ahí por siempre es un regalo que no se puede describir con palabras. Pero para mí fue, es y siempre será un gran honor y muy emotivo tener ese lugar en la cancha de tenis más importante de mi carrera sin ninguna duda. Es difícil describir el sentimiento pero es algo que realmente me tocó, muy muy especial", explayó el 92 veces coronado en el circuito masculino, el cual también disfrutó la compañía de Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray.
Posteriormente, el zurdo manacorí, de 38 años, agradeció nuevamente la iniciativa de la directoria del evento, Amelie Mauresmo, y recordó sus inicios: "Mi gratitud hacia las personas que lo hicieron posible es infinita. Hace 20 años estaba pensando en la próxima práctica, en mi próximo torneo. Jamás pensé en convertirme en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos o en ganar Grand Slams o en todo esto. Solo me preocupaba por intentar mejorar cada día".
"Me sentí de ese modo durante todo mi carrera. Posiblemente ese es el motivo porque el fui capaz de construir esta exitosa carrera. Siempre tuve dudas, nunca me consideré así de bueno. Y esa es la verdad. Aún hoy siento que los números son increíbles pero nunca me consideré alguien especial. Realmente, no intento ser humilde", prolongó el ex pupilo de su tío Toni Nadal y de Carlos Moyá, quienes dijeron presente en su segunda casa.
"Claro que mis resultados estuvieron ahí pero cada vez que salía a la cancha sentía que podía perder. Y nunca perdí esa sensación en todos estos años. Eso probablemente a veces me ayudó, pero en general a lo largo de mi carrera fue muy importante", concluyó Nadal, que espera la llegada de su segundo hijo junto a su esposa, María Perelló.
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