Mirra Andreeva sobrevivió a la "semana tétrica" de las Top 10 en Wimbledon. La rusa de 18 años, séptima cabeza de serie, derrotó a la estadounidense Hailey Baptiste (55ª) por 6-1 y 6-3 en 78 minutos de acción para clasificarse a los octavos de final del certamen. La marca que la une a Maria Sharapova, a continuación.
Un sábado lluvioso en La Catedral del Tenis recibió a Mirra Andreeva en su nueva presentación, como una de las candidatas que quedan en pie dentro de la edición después de las caídas de sus colegas del Top 10 Coco Gauff, Jessica Pegula, Jasmine Paolini, Zheng Qinwen, Madison Keys y Paula Badosa.
En busca de su segunda aparición en los octavos de final en uno de los escenarios más prestigiosos del deporte, la rusa salió a la pista como de costumbre asfixiando con sus golpes de fondo, llevando al límite el juego de su rival y aprovechando una cuantiosa serie de errores producidos del otro lado de la red.
Después de un inicio complicado, la estadounidense presentó su estrategia con ataques en la parte alta de la pista pero la pupila de Conchita Martínez se había encargado de hacerse con una imponente distancia que prácticamente sentenció en resultado. Finalmente, luego de poco más de una hora de acción, completó la faena por 6-1 y 6-3.
Pese a que su recorrido sobre el césped en la previa de su desembarco en suelo londinense había esquivado los flashes debido a sus tempranas derrotas ante Magdalena Frech en Berlín y Linda Noskova en Bad Homburg, su condición protagónica cobró fuerza nuevamente una vez pisó las canchas del All England.
En el camino hacia los octavos de final superó los desafíos propuestos por la egipcia Mayar Sherif (6-3, 6-3), Lucía Bronzetti (6-1, 7-6) y, el más reciente, ante la norteamericana mencionada.
De esa manera, se convirtió en la cuarta tenista del siglo en meterse entre las 16 mejores en los 3 primeros Grand Slams de la temporada antes de cumplir 19 años, detrás de la belga Kim Clijsters (2001), la rusa Maria Sharapova (2005) y la checa Nicole Vaidisova (2006, 2007).
Gracias a los resultados que consiguió en Melbourne (octavos de final) y París (cuartos de final) es, además, la jugadora más joven en ganar 10 o más partidos en un mismo año calendario desde Caroline Wozniacki en 2008.
El próximo desafío, buscando su marca destacada en el torneo, se cruzará con la checa Barbora Krejcikova o la estadounidense Emma Navarro.
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