Sabor más que agridulce se llevó este lunes el italiano Jannik Sinner (1°), que sacó boleto por cuarta edición al hilo hacia cuartos de final de Wimbledon, en esta oportunidad por la triste e insperada lesión del búlgaro Grigor Dimitrov (21°) en su pectoral derecho.
"No sé qué decir porque es un jugador increíble, creo que todos lo vimos hoy. Ha tenido tanta mala suerte en el pasado, en los últimos años. Es un jugador increíble y un buen amigo mío, nos entendemos muy bien fuera de la cancha también. Si hubiera alguna chance de que él jugara en la próxima ronda lo merecería. Pero ahora más que nada deseo que tenga una recuperación rápida", se sinceró el nacido en San Candido, quien también sufrió un fuerte golpe en su codo derecho en el inicio del match, al pie de la cancha central.
En consecuencia, el pupilo de Simone Vagnozzi y Darren Cahill, el cual consiguió su 78° éxito en torneos de Grand Slam, 17° en el All England, demostró una brutal señal de madurez: "Mucha mucha mala suerte de su lado, no considero esto como una victoria. Esto es solo un momento muy desafortunado de presenciar para todos. Creo que ya en los últimos Grand Slam sufrió mucho con lesiones y verlo ahora es muy duro. Todos vimos con su reacción cuánto le importa el deporte".
"Es uno de los jugadores más trabajadores del circuito. Es muy desafortunado. Gracias por venir, pero este no es el final que queríamos ver. Es muy triste. Le deseamos lo mejor, démosle un aplauso a él y a su equipo", concluyó Sinner, que ensayó un ejemplar gesto sobre el césped londinense y medirá fuerzas contra el potente estadounidense Ben Shelton (10°) en la próxima instancia.
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