Jannik Sinner, número 1 de la ATP, se consagró campeón en Wimbledon para conquistar su segundo título de la temporada, tras el Abierto de Australia, y el primero desde su regreso después de cumplir la sanción por doping.
Con la victoria ante Carlos Alcaraz (2°), por 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4, el italiano no solo pudo frenar la racha negativa que tenía frente al español en los últimos duelos, sino que también logró dejar atrás los fantasmas por haber perdido la final de Rolad Garros luego de haber tenido tres match points a su favor.
Simone Vagnozzi y Darren Cahill, sus entrenadores, justamente destacaron la importancia de reponerse rápidamente a lo ocurrido en París. "Fue duro, sin duda. Pero hablamos mucho de que estábamos muy orgullosos de lo que había hecho. Pero lo que es seguro es su fortaleza mental. Tenemos suerte de trabajar con alguien como él, que todos los días sale a la cancha con la mentalidad adecuada, con una buena actitud", exclamó el primero sobre su compatriota.
"Vio la situación como lo que era; comprendió que había jugado un partido increíble en Roland Garros. Al final fue derrotado por un jugador mejor. Nunca jugó un partido en polvo de ladrillo mejor que el que jugó allí. Así que sabía que estaba mejorando como tenista y fue capaz de dejarlo a un lado y centrarse en el día siguiente. Es una cualidad bastante rara de tener. Es un gran esfuerzo de Jannik", complementó el australiano sobre su pupilo.
Además, el experimentado coach, que supo acompañar en el pasado a Lleyton Hewitt, Andre Agassi y Simona Halep, entre otros, analizó la importancia de romper con la racha de cinco derrotas consecutivas con el murciano: "Hoy era fundamental ganar por muchas, muchas razones. Carlos lo ha dominado durante los últimos cinco partidos. Han jugado encuentros increíbles y Jannik ha tenido oportunidades para ganarle en quizás cuatro de los cinco partidos que han jugado".
"Hoy era importante porque era una final de Grand Slam, porque era Wimbledon y porque Carlos había ganado los últimos cinco partidos contra él. Hoy necesitaba esa victoria. Sabía de la importancia de cerrar el partido cuando tuviera la oportunidad. Por eso, creo que se ha visto un poco más de energía en los momentos importantes y un poco más de concentración para apretarse el cinturón y asegurarse de que, cuando tuviera el partido de cara, seguía cerrando la puerta contra Carlos. Hoy ha hecho un trabajo increíble", aseveró.
Respecto a la rivalidad que ambos mantienen, Cahill expresó: "Diría que Jannik ve más partidos de Carlos que de cualquier otro porque está fascinado con las mejoras que se están produciendo en su juego. Nos presiona a nosotros como entrenadores para asegurarnos de que él también mejora como tenista. Así que la rivalidad es real; existe. Y esperemos que siga existiendo durante los próximos 10 o 12 años".
La definición en París, además de lo que significó para ambos tenistas, también dio mucho para hablar por el buen nivel desplegado por los dos: "Creo que fue uno de los mejores partidos que he visto en los 25 años que llevo como entrenador y como jugador. Fue especial, tuvimos cinco sets de drama. Fue uno de los mejores partidos de todos los tiempos. Creo que la rivalidad ya es asombrosa, y creo que puede mejorar si estos dos jugadores se presionan mutuamente".
"Creo que hay otros jugadores más jóvenes que se abrirán camino, así que no será sólo un espectáculo de dos hombres. Habrá otros jugadores, que también esperamos y nos entusiasman. Pero es difícil comparar esta rivalidad con la que acabamos de tener", agregó el nacido en Adelaida, de 59 años, el cual perdió una apuesta con el de San Candido que podría asegurar su continuidad en el equipo.
Vagnozzi, por último, elogió los movimientos de su pupilo: "Jannik se mueve muy bien. Puede deslizarse en césped, como en polvo de ladrillo. Tiene una gran sincronización con la pelota, así que puede jugar desde la línea de fondo como en canchas duras. En los últimos tres años ha mejorado mucho su saque. Hoy creo que ha hecho un partido muy, muy bueno con el saque, especialmente con el segundo servicio. Es menos atacable que antes".
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