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Jelena Gencic, el secreto del éxito de Novak Djokovic

La obtención de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de París 2024 no es casualidad en la vida de Novak Djokovic. Desde su infancia en Belgrado, el ahora número dos del mundo, ya había imaginado y soñado con ser quien es actualmente. Y uno de los pilares de toda esta actualidad y de su formación fue Jelena Gencic, su descubridora.

El músico argentino Gustavo Cerati decía en su popular tema "Beautiful" la frase "mereces lo que sueñas". Las calles de Belgrado y unas canchas de tenis de polvo de ladrillo frente al restaurante de sus padres fueron, justamente, los lugares en los cuales un pequeño Novak de tres años tomó una raqueta por primera vez y empezó a soñar en grande.

Sus padres, Srdjan y Dijana, eran dueños de un pequeño local en Kapaonik, a cuatro horas de Belgrado. Y frente a ese lugar estuvieron las primeras canchas en las que Djokovic empezó a jugar. "Para mí, es probablemente el club de tenis más hermoso del mundo" le dijo a Tennis.com en 2016 en su visita al lugar.

En esas pistas fue justamente donde conoció a quien sería su mentora: Jelena Gencic. El destino quiso que la ex asesora de Monica Seles y Goran Ivanisevic en sus años de junior fuese a ese club en Kapaonik para brindar una clínica. Y allí estaba Nole. La duración de su vínculo de trabajo fue corto ya que Novak llegó a ella con solo seis años y duró hasta 1999. Junto a Gencic, el serbio descubrió algo más que solo jugar al tenis.

Jelena le transmitió a Djokovic ese amor y pasión por el deporte, además de moldear su mente. "Ella me decía que tenía el talento para ser el número uno y yo le creía" manifestó el serbio en una entrevista con el New York Times durante 2013. Y vaya si así fue. Hoy en día Nole es el jugador que más semanas ocupó en el primer puesto del ranking ATP con 387 y seguirá sumando a partir del próximo lunes, cuando retome ese lugar.

Y ese amor por Wimbledon, el que lo caracterizó en cada una de sus siete consagraciones en el All England Club, también fue un legado de Jelena. De pequeño, Djokovic practicaba la ceremonia de premiación con un pequeño trofeo en la que el serbio exclamaba: "Soy Novak Djokovic. Gané Wimbledon".

Esos detalles y esa confianza que le fue impregnada a Djokovic desde niño terminaron siendo los detalles que lo engrandecieron hasta ser uno de los tres mejores jugadores de la historia junto a Rafael Nadal y Roger Federer. Después de ganar su primer Wimbledon en 2011, el serbio se lo llevó a Gencic. Diez años después y luego de ganar su sexto trofeo allí (2021), recordó su infancia y mencionó que "ganar Wimbledon era el sueño más grande cuando era pequeño".

Jelena Gencic falleció en 2013 a la edad de 76 años. Junto a ella, también se fue el sueño de Djokovic de ganar Roland Garros e ir con el trofeo a visitarla. La Copa de los Mosqueteros era el otro torneo preciado para la ex tenista y licenciada en historia del arte. Ella quería tener una foto con Novak y cada uno de los cuatro trofeos del Grand Slam.

"Es una de las personas más increíbles que he conocido. Jelena fue mi primera entrenadora, como mi segunda madre. Estuvimos muy unidos durante toda mi vida y ella me enseñó muchas cosas que son parte de mí, parte de mi carácter hoy. Tengo los mejores recuerdos de ella" rememoró Djokovic un año después de su muerte. Al enterarse de su fallecimiento, durante Roland Garros 2013, el serbio rompió en llanto y canceló su conferencia de prensa luego de vencer a Grigor Dimitrov.

Los 24 torneos de Grand Slam, la medalla dorada en los Juegos Olímpicos, su vigencia a los 37 años y esa mentalidad devoradora no son solo mérito de Novak Djokovic. También es mérito de Jelena Gencic, aquella entrenadora que tomó como pupilo a un pequeño Nole en una Serbia en pleno conflicto bélico hasta hacerlo crecer y cumplir sus sueños de ganar en Wimbledon y ser el mejor jugador del mundo.