Houston, tenemos un Westbrook… ¿y ahora qué?
Después del shock inicial causado por el cambio de Russell Westbrook a los Houston Rockets, de forma inmediata se originaron tres interrogantes con respecto a la súper estrella y su desempeño en la cancha:
¿Podrá Westbrook encestar lo suficientemente bien como para jugar dentro del sistema de Houston?
¿Pueden coexistir Westbrook y James Harden?
¿La presencia de Westbrook mejora a los Rockets?
Intentemos responder esas preguntas después de ocho encuentros con Westbrook en el roster (estuvo ausente en un partido del inicio de temporada de Houston, en el cual sumó récord 6-3), haciendo la necesaria advertencia de que aún estamos a comienzos del torneo.
¿Podrá Westbrook encestar lo suficientemente bien como para jugar dentro de este sistema?
La respuesta corta: sí. No hay duda de que representa una desmejora con respecto a Chris Paul como encestador y eso va a doler. A pesar de ello, Westbrook está intentando 17.5 disparos por partido y Houston cuenta con la segunda mejor ofensiva de la liga, solo por debajo de los incipientes Dallas Mavericks en la categoría de eficiencia ofensiva.
Sin embargo, la ofensiva está funcionando, a pesar del jumper de Russ. Desde una perspectiva únicamente relativa al enceste, contamos con una década de evidencias que nos revelan quién es Westbrook a estas alturas de su carrera: un pistolero de alta utilización y baja eficiencia.
Sus estadísticas de tiros en salto han sido mediocres durante toda la década. Y no han mejorado para nada en Houston. Según las cifras de seguimiento de Second Spectrum, de un total de 56 jugadores en intentar por lo menos 65 tiros fuera de la pintura en la presente temporada, Westbrook se ubica en el sótano en porcentaje de tiros de campo efectivos (eFG%) con 31.1% ¡Vaya!
La eficiencia es una manifestación de principios sagrada en Houston. Y arrojar las tendencias de enceste de Westbrook dentro de los programas analíticos de Daryl Morey es similar a vaciar un saco lleno de mapaches dentro de una clase de yoga. Va a distorsionar todos esos mantras, amigos.
En cada uno de los tres años de Mike D’Antoni como entrenador, Houston se ha ubicado dentro de los tres mejores equipos en eficiencia de enceste, en parte debido a la devoción sin paralelo de los Rockets a la selección inteligente de tiros. Westbrook no comparte dicha devoción. En los primeros nueve partidos de Houston, Westbrook ha intentado mayor cantidad de tiros de dos puntos fuera de la pintura que el resto del equipo combinado.
Estaba decretado que la presencia de Westbrook iba a reducir las cifras generales de enceste del equipo. Fíjense en lo siguiente:
Los Rockets han acumulado un eFG% de al menos 54% en cada una de las tres campañas anteriores (Westbrook nunca ha superado el 50% por sí solo).
El año pasado, los New York Knicks se colocaron en el foso de la NBA en eFG% con 49$.Westbrook sumó eFG% de 46.8% el año pasado y su cifra de por vida es del 46.5%.
Al día de hoy, los Rockets se colocan en el noveno puesto en eFG% con 52.7%, lo cual no está mal, especialmente tomando en cuenta que Harden y Eric Gordon han sido encestadores menos eficientes que Russ hasta ahora. Una vez que ellos recuperen su forma, las cifras de enceste generales de los Rockets serán nuevamente sólidas, aunque quizás no tan fuertes como lo eran en la era de CP3.
¿Pueden coexistir Westbrook y Harden a la ofensiva?
La ofensiva es mucho más que solo encestar. Los otros elementos que Westbrook aporta al equipo (tales como su pase, su chispa frenética y sus habilidades explosivas en la transición) están cambiando de manera fundamental las formas en las cuales los Rockets juegan a la ofensiva y hasta ahora, la química entre estos dos viejos amigos se ha visto bastante bien.
Si desean entender cómo Westbrook está cambiando a los Rockets, solo hay que mirar sus estadísticas de ritmo de juego y transición.
El año pasado, los Rockets se ubicaron en el puesto 27 en ritmo en la NBA. Este año, se encuentran en el segundo lugar.
Actualmente, Westbrook es segundo en la NBA en puntos en transición por partido.
Actualmente, Westbrook se ubica en el primer lugar en pases que conducen a disparos en jugadas de transición.
Ningún otro escolta en la NBA es más letal en el quiebre rápido que Westbrook, cuya velocidad, energía y resistencia siguen siendo de clase mundial, incluso al acercarse a sus 31 años. Con el fin de analizar el verdadero impacto de Westbrook a la ofensiva, hay que ver más allá de sus cifras mediocres de enceste.
Antes de llegar a Houston, Westbrook se había convertido en el creador de tiros más productivo de la NBA. Durante las tres temporadas anteriores, Harden se ubicó en el segundo lugar en la NBA en oportunidades de asistencias creadas, con promedio de 17.1. Westbrook fue primero en la categoría con 21.0, siendo el mejor de la liga en esta categoría por amplio margen, según Second Spectrum.
Sin embargo, estos jugadores lograron estas cifras sustanciales dentro de ecosistemas de baloncesto separados. Una interrogante importante que teníamos presente antes de iniciar la temporada: ¿qué ocurriría cuando ambos se convirtieran en copilotos?
Todo parece ir muy bien hasta ahora. Westbrook está generando 17.1 asistencias potenciales (cuarto mejor de la NBA) y Harden suma 16.0 (ubicándose en el sexto lugar). Y de un total de 70 jugadores con al menos 50 oportunidades de asistencias en la presente temporada, los pases de Harden están generando la segunda mejor calidad de tiros con eFG% esperado de 61.9. Westbrook está en el puesto 19, según la data de Second Spectrum. Esos son datos esperanzadores.
Entonces, ambos están creando muchas oportunidades para sus compañeros, pero Westbrook se ha convertido en el líder creador de disparos. Dentro de este entorno, se trata de un avance sorprendente. Pero también sirve como recordatorio para aquellos que buscan reducir y desestimar todo el juego de Westbrook con alta utilización y baja eficiencia que lo están haciendo mal. Sus cifras de pases no mienten; él es un gran catalizador ofensivo.
Si Westbrook puede dominar su selección de disparos y darse cuenta de que es mas un Ben Simmons que un Stephen Curry, le irá bien a la dupla Harden-Westbrook.
¿Westbrook hace mejor a los Rockets?
Tener contexto aquí es importante. Los Rockets han sido un buen equipo desde la llegada de D’Antoni. Promedian 57 victorias por temporada. Estuvieron a una desastrosa noche tirando de campo de superar a los Warriors en la final de la Conferencia del Oeste del 2018.
Así que esta pregunta en particular es engañosa, y la respuesta depende de cuan insostenible estaba la tensa relación entre Harden y Paul. La química en un equipo es importante y la justificación de un cambio Paul-Westbrook puede estar basado más en relaciones personales que procesos analíticos. Al intercambiar a Paul por Westbrook, los Rockets le pusieron fin a un matrimonio insoportable de súper estrellas a favor de uno sostenible.
A pesar de eso, los Rockets no son un gran equipo ahora mismo, especialmente cuando Westbrook está en cancha. Veamos:
El rating de Houston en 2019-20 con Westbrook en cancha: -1.1.
El rating de Houston en 2019-20 con Westbrook fuera de cancha: +7.8.
Comparemos esas cifras con el jugador que reemplaza:
El rating de Houston en 2018-19 con Paul en cancha: +8.3.
El rating de Houston en 2018-19 con Paul fuera de cancha: +2.5.
A esta etapa de la temporada, parece difícil encontrar razones para sugerir que los Rockets de Westbrook serán mejores que los Rockets de Paul (cuando saludable). En los 87 minutos que Harden ha estado fuera de cancha y Westbrook jugando, los Rockets tienen un rating vergonzoso de -18.8 gracias en parte a unos desastrosos números defensivos.
En cada una de las tres temporadas anteriores, el equipo agrupó una gran ofensiva como una defensa decente terminando entres los primeros cinco en rating. En lo que va de esta temporada, la defensa ha sido tan pobre que Houston tiene problemas superando a sus oponentes punto a punto.
Entonces, los optimistas esperan que este equipo con Westbrook va a mejorar con el tiempo, y siendo justos, es una posibilidad real. Solo hay que mirar al equipo de la campaña pasada como precedente. En el 2018-19, los Rockets marcharon 25to en eficiencia defensiva antes del Juego de la Estrellas, pero apretaron después para ser segundos en dicho renglón durante la segunda parte. El grupo actual tiene el talento y el tiempo para hacer los ajustes necesarios en defensa para convertirse en contendientes reales. La pregunta es si lo lograrán.
Es muy temprano para hacer conclusiones sobre esta escuadra, pero no es muy temprano para decir que para que el experimento de Westbrook tenga éxito, la clave con él en el tablero —especialmente en defensa—es que mejore entre hoy y la postemporada.