<
>

Mike Brown vuelve a Cleveland, ahora con Warriors

CLEVELAND — Durante el segundo partido de la final de la NBA, Mike Brown no tuvo problema para cederle el lugar principal del banquillo al entrenador Steve Kerr. Por primera vez en semanas, el cuerpo técnico de los Golden State Warriors estaba completo y Brown ocupaba su asiento de asistente.

No fue la primera vez que alguien desplaza a Brown como entrenador. Pero en dos ocasiones anteriores ha mediado una destitución por parte de Cleveland, precisamente la ciudad a la que volverá ahora.

Como entrenador, el asistente actual de Golden State, influyó en la formación de LeBron James con los Cavs y Kobe Bryant con Los Angeles Lakers. Pero fue Cleveland la ciudad que lo marcó a él mismo en varios aspectos.

En esa localidad fue contratado y despedido dos veces por los Cavaliers, que deben seguirle pagando hasta 2020. Fue también ahí donde crecieron sus dos hijos, donde se arraigó y donde decidió que seguiría residiendo incluso después de perder su empleo en 2014.

Tiene todavía una casa en Cleveland, y sigue en la ciudad una de sus motocicletas Harley Davidson, en la que de vez en cuando recorre las márgenes del Lago Erie para despejar la mente.

“Adora las Harley”, comentó Draymond Green, alero de los Warriors. “Eso significa que tiene una en cada ciudad a la que va. Es como una adicción”.

El miércoles por la noche, cuando comience el tercer partido de una serie en que los Warriors han tomado la ventaja por 2-0, Brown volverá a una arena donde apareció junto con James hace 10 años, en su primera final juntos.

En aquel 2007, los Cavs no fueron rival para los poderosos Spurs de San Antonio, que barrieron la serie. Sin duda, Brown está al tanto de cómo han cambiado las cosas: Ahora es él quien colabora para un equipo que luce arrollador.

“Es el ciclo de la vida”, comentó esta semana. “Como en ‘El Rey León’, todo vuelve al punto de origen, supongo”.

Brown, de 47 años, guio a los Warriors a una foja de 11-0 en esta postemporada, sustituyendo a Kerr, quien estaba aquejado por intensos dolores, resultado de varias cirugías de espalda.

“Mi muchacho lo hizo bien mientras no estuve”, dijo Kerr tras la victoria conseguida el domingo.

Durante la final del año pasado, en Cleveland, Brown se reunió con Kerr, quien le planteó la posibilidad de integrarse al personal de los Warriors para reemplazar a Luke Walton, quien se marchó a los Lakers. Aquella entrevista se realizó antes de que los Cavs remontaran una desventaja de 3-1 para coronarse, y antes de que Kevin Durant llegara como refuerzo de Golden State.

Tras su segundo despido de Cleveland, Brown se había alejado de la NBA. Prefirió estar atento a los partidos de basquetbol de su hijo mayor Elijah en Nuevo México. Grababa además en video los encuentros de fútbol americano de su otro hijo, Cameron, los viernes por la noche, en una escuela secundaria.

Pero siguió en comunicación con Gregg Popovich, el entrenador de San Antonio Spurs y su mentor.

Popovich le recomendó unirse a Kerr.

La disposición de Brown para aceptar un puesto de asistente, pese a haber ganado 563 partidos de temporada regular y 47 de playoffs como entrenador, pone de manifiesto su humildad. Pero así es él: un hombre preocupado por el bienestar del equipo y desprovisto de egoísmo.

En su nuevo puesto, ha dejado claro su talento. Pero no le corre prisa por marcharse de Golden State. Tampoco considera que enfrentar a Cleveland sea una oportunidad de revancha.

“No estoy pensando en que Cleveland me venció dos veces, ni en que haya un incentivo especial para derrotarlos”, indicó. “Sólo quiero ganar. Quiero ser parte de un programa triunfador y del último equipo que quede con vida”.