La baja producción ofensiva ha sido una de las mayores debilidades de Tigres del Licey a lo largo de la temporada.
Los Tigres del Licey han iniciado la primera manga de la defensa de su bicampeonato en la Serie Final de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) contra Leones del Escogido con un problema sumamente notorio: el equipo no ha podido batear.
Esto, obviamente, merece crédito hacia los lanzadores del Escogido, quienes han podido dominar a los bateadores azules y eso les ha ayudado en gran medida a tener la serie dos juegos a uno, llegada la pausa, pero la realidad es que la situación es una tendencia de lo que ya se ha visto del Licey en los dos últimos torneos y acentuado en el arranque de la final. El bateo de los Tigres ha sido sumamente inconsistente.
Iniciando con los tres primeros partidos de la Serie Final contra los Leones, para dar contexto, los Tigres han agotado 114 turnos en los que batean para promedio de .228 con OPS de .527, cinco bases por bolas y 23 ponches, mientras que han anotado seis carreras, un promedio de dos vueltas por partido. De sus 26 hits, apenas tres han sido extrabases y ninguno ha sido para cuadrangular.
Algunos podrán decir que esto se debe a la gran gestión del picheo de los Leones, lo cual es cierto, pero cuando vemos los números del Round Robin, empezamos a ver una tendencia con la pobre ofensiva azul de la actual temporada.
Los Tigres estuvieron muy por debajo de los Leones, ofensivamente, en básicamente todos los departamentos con excepción de cuadrangulares. Su promedio de bateo fue de .248 y si OPS de .711, mientras que quedaron segundos en ponches y terceros en bases por bolas, eso tomando en cuenta que tanto Águilas Cibaeñas como Estrellas Orientales, los otros dos equipos que acompañaron a Licey y Escogido en el Round Robin, terminaron con récord negativo.
En la fase regular, Licey fue penúltimo en porcentaje de embasarse (OBP) con .322, penúltimos en anotadas (211), así como en remolcadas con 189.
Este Licey ha sido cargado por su pitcheo durante todo el torneo. Sin embargo, ante un rival que ha contado con una de las ofensivas más sólidas en términos generales de la postemporada, Licey necesitará más por parte de su alienación que dos carreras y 8.7 hits por partido, pero necesitará muchísimo más que su promedio de .158 con corredores en posición de anotar y que su .186 con hombres en las bases.