Como parte de su estrategia para competir por la titularidad como primera base de los Texas Rangers, Nate Lowe privilegió la paciencia en la caja de bateo. Dejó pasar los primeros lanzamientos en la pretemporada, incluso si tres de éstos eran strikes.
Ronald Guzmán sentía en cambio la urgencia de demostrar algo desde el comienzo, luego que el manager Chris Woodward no lo eligió como titular en sus primeras dos campañas.
Pero la competencia en Surprise, Arizona, ha sido más cerrada de lo que hubieran esperado los Rangers en el receso, cuando adquirieron a Lowe, procedente de Tampa Bay Rays, en un cambio que involucró principalmente a peloteros de ligas menores.
Guzmán ha aportado tres jonrones en la pretemporada, además de sus talentos defensivos. Texas ha intentado también colocarlo en los jardines como una firma de conservarlo en el roster.
Lowe está produciendo también con el bate ahora, como lo demuestra un cuadrangular de dos carreras --su primero de la pretemporada-- y un sencillo en un duelo del fin de semana, en que los Rangers remontaron para superar 6-5 a Seattle Mariners, luego de verse en desventaja por 5-0.
“Sé que es difícil como compañero o fanático ver que alguien deja pasar tres strikes”, dijo Lowe, quien comenzó la pretemporada bateando de 21-2. En siete de sus 10 ponches se quedó mirando.
“Si no tienes disciplina en el plato, no tienes la visibilidad de la pelota y no puedes conectarla. Lo más importante es estar listo para el juego inaugural”.
Lowe y Guzmán no pueden compartir el puesto, porque ambos son bateadores zurdos. Es por ello que Guzmán ha probado suerte como jardinero izquierdo.
Los Rangers contrataron a Guzmán por necesidad en 2018, para cubrir los huecos dejados por una serie de lesiones. Pero jamás bateó lo suficiente como para que el club dejara de explorar otras opciones.
El dominicano de 26 años tiene un promedio de .230 con 30 vuelacercas y 22 ponches en 236 juegos.
Llegó al campamento con la moral alta, luego de ser el Jugador Más Valioso de la liga invernal en su país. Bateó para .360 con cinco jonrones, 13 impulsadas y 17 boletos en 111 turnos, a lo largo de 30 encuentros.
“Definitivamente siento que soy un pelotero totalmente distinto al del año pasado”, comentó. “Siento que he mostrado todo lo que trabajé en el receso. Ahora todo es diferente y voy en la dirección correcta. Creo que me he ganado alguna oportunidad”.