Parecía que los Astros de Houston hubieran dejado olvidados en el Minute Maid Park sus bates a la hora de empacar para viajar a Los Ángeles.
Pero un envío de última hora trajo de vuelta los maderos y los Astros ganaron 7-6 en 11 innings el primer juego de su historia en una Serie Mundial, al remontar ante el hasta ahora intocable bullpen de los Dodgers de Los Ángeles.
Hasta el segundo juego de este Clásico de Octubre, los Dodgers tenían a lo largo de todo el año marca de 98-0 cada vez que llegaron con ventaja al octavo inning.
Los relevistas de Los Ángeles llevaban 28 entradas seguidas sin permitir carrera y el cerrador Kenley Jansen sumaba 12 rescates en 12 oportunidades en postemporada.
Todo eso acabó la noche del miércoles, cuando los bateadores de Houston despertaron en las postrimerías del partido, forzaron los extra innings y se llevaron el triunfo.
Dave Roberts manejó mal el pitcheo esta vez. Aun cuando se tiene el que posiblemente sea el mejor cuerpo de serpentineros de todo el béisbol, hay que saber administrar los recursos y Roberts no lo hizo.
Demasiado temprano acudió a sus relevistas al sacar al abridor Rich Hill después de cuatro entradas de labor en las que solamente había permitido una carrera y tres hits con siete ponches y 60 lanzamientos.
El japonés Kenta Maeda, un abridor natural movido al bullpen en la postemporada, lo sustituyó, pero, inexplicablemente, apenas actuó una entrada y un tercio, tratándose de un hombre acostumbrado a una mayor carga de trabajo.
Comenzó entonces un desfile errático de lanzadores por la lomita del Dodger Stadium, pues el manager le pedía la pelota a uno tras otro, a veces sin mucho sentido.
Jansen, posiblemente lo más parecido que hay al legendario Mariano Rivera, es, a fin de cuentas, humano, aunque no pudo encontrar peor momento para desperdiciar su primer rescate en postemporada.
Al extenderse el choque por 11 episodios, los Dodgers se quedaron sin pitchers disponibles y echaron mano de Brandon McCarthy, un hombre que no lanzaba desde el 1 de octubre y que evidentemente no logró sacarse el óxido de la banca antes de treparse a la lomita.
Y aunque no tuvo consecuencias, en sus constantes cambios, Roberts debilitó la defensa al punto de que un catcher terminó jugando segunda base, el intermedialista defendió la inicial y un campocorto se fue al jardín izquierdo.
De todos modos, el del jueves fue un juego de esos que no se olvidarán fácilmente, porque incluyó muchas "primeras veces" y récords. Además de ser el primer triunfo de Houston en una Serie Mundial, fue el encuentro en que se han disparado más jonrones por ambos equipos en esta instancia, ocho en total.
Por primera ocasión se disparan cinco vuelacercas en extra innings: de José Altuve, Carlos Correa y George Springer, por los Astros, y Yasiel Puig y Charlie Culberson, por los Dodgers.
¿Bambinazos consecutivos de Altuve y Correa en el décimo episodio? También es la primera vez que ocurre en entradas extra de un juego de Clásico de Otoño.
Fue la primera derrota en casa para los azules de Los Ángeles en lo que va de postemporada y ahora, las acciones se trasladarán a Houston, donde los Astros no han perdido aún desde que comenzaron las Series Divisionales.
Y una última "primera vez" que no ocurrió: Justin Verlander sigue sin ganar un juego de Serie Mundial, donde tenía tres derrotas en tres aperturas anteriores.
Verlander se fue sin decisión y, por lo menos, ahora no perdió... por primera vez.