El boxeo ha sido para Yesica Nery Plata (28, 2, 3KOs) el pretexto para cambiar los dramas de la vida por ilusiones. Su pasión comenzó siguiendo a su padre, para alejarse del vicio de su madre y luego se convirtió en una ruta en la que combina sueños, retos y oportunidades que, sabe, no puede dejar pasar.
La mexicana expone este fin de semana su cinturón minimosca de la AMB frente a la canadiense Kim Clavel, que su vez pone en juego el cinto del CMB.
Ambas ganaron sus respectivos títulos en su pelea anterior, es la primera vez que los ponen en juego. La apuesta es atrevida, pero no una novedad para Yesica, de 28 años, y quien llegó al boxeo porque su padre la llevaba al gimnasio Pancho Rosales a ver cómo se preparaba Marco Antonio Barrera.
“Realmente mi papá me metió al boxeo porque teníamos un problema en casa con mi mamá, fue para no estar pensando en lo que pasaba”, comparte Yesica a ESPN Deportes. “Ella tiene cinco años que falleció. Desde niña era drogadicta y por eso es que mi papá desde niña me inculcó el deporte, primero fue el futbol, yo era buena pero me llamó más la atención el boxeo. Por eso eligió el boxeo, mi papá quería que no cayéramos en ese camino”.
Los retos del destino Yesica los ha resuelto con golpes sobre el ring, y ha superado pruebas incluso cuando intentaron desalentarla. “En mi primer pelea (mi papá) me llevó para que me pegaran, me olvidara del boxeo, que ya no me gustara, me decepcionara, pero fue todo lo contrario”, comparte.
“Me enfrenté con un niño porque cuando yo iniciaba era complicado encontrar niñas que pelearan. Era un niño de mi misma edad, mismo peso y mi papá pensó ‘encontré este para que le pegue y se le olvide’. Hice vomitar al niño en el segundo round y ahí detuvieron la pelea”, dice presumiendo su zurda.
La mexicana decidió entonces que en lugar de goleadora en el futbol sería boxeadora, intentó en el amateur ir a los Juegos de Londres 2012, la primera vez que se admitían mujeres, pero el sistema tenía otras favoritas y el único camino que quedó fue forjarse una carrera en el profesionalismo. Antes de llegar, peleó 20 veces contra hombres y 80 contra mujeres en amateur. Terminó invicta contra ellos. “La mayoría era de Tepito. Había un entrenador que una vez me enfrenté con uno de sus niños y luego cuando nos encontrábamos en una de sus funcionas me decía ‘ya te traje otro, ahora si te vamos a ganar’. Yo le decía ‘ya se volvió mi cliente profe’”
Cuando llegó la oportunidad del profesionalismo hizo dos peleas, pasó de cuatro a los 10 rounds y en el tercer combate se consagró, en 2012, Campeona Mundial Juvenil. En adelante hizo más de 20 peleas en diferentes funciones de México y en su primera pelea fuera del país, en Panamá, le quitó el cetro que durante 13 años había retenido la argentina Yesica Bopp.
Ahora busca el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el que siempre se ha imaginado poseer. “Veo una de las oportunidades de mi vida, agradecida con la oportunidad que me dan. El título del Consejo lo buscaba desde el inicio, por una u otra razón no me dieron la oportunidad, pero ahorita me la ofrecen y obviamente dije luego luego que si. Espero una pelea fuerte, ambas venimos de ganar el Campeonato, no lo hemos expuesto con nadie más y ahora si es ir por todo o nada”, asegura. “Sería lo máximo porque seria campeona unificada, uno de mis sueños seria buscar los cuatro campeonatos”, afirma.
Yesica, que se mantiene gracias al comercio, ahora ha tenido su mejor preparación. “Es la primera vez que me avisan con tiempo para una pelea. Siempre me avisaban cuando mucho con dos semanas, en mi debut profesional me avisaron el viernes para pelear el sábado, siempre ha sido así mi carrera, me avisan con poco tiempo. En esta pelea me avisaron con anticipación, tuvimos tiempo, sabemos de la oportunidad que tenemos enfrente y siento que es lo que nos va a dar el triunfo”, dijo.