Robeisy Ramírez entiende a cabalidad ese adagio de que las batallas más duras son para los mejores guerreros. Para el cubano, formado en la Isla y desarrollado profesionalmente en Estados Unidos, la suya está a punto de encontrar la primera meta de la montaña: El título mundial
Su reto es este sábado frente al excampeón Isaac Dogboe (ESPN+, 7:10 p. m. ET) por el cinturón vacante de peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el pretexto perfecto para confirmar el mensaje que publicó hace tiempo en sus redes sociales: “He sido un luchador toda mi vida”.
Fue un recado motivacional para sí, y al mismo tiempo un recuento de su vida. “(La frase refiere) todo lo que he tenido que pasar, empezando por Cuba en el boxeo amateur bajo un régimen que te impone lo que debes hacer y supe salir adelante, a pesar de tener problemas con los dirigentes les di dos medallas olímpicas sin que ellos tuvieron confianza en mí y pensaran que las iba a ganar”, recuerda.
Sus diferencias por pensar distinto fueron solo el primer obstáculo. Cuando decidió alejarse de la isla y pelear en los grandes escenarios del boxeo profesional perdió su primer combate (10 de agosto de 2019 frente al estadounidense Adan González).
“Lo principal fue que no me afectó en la confianza como boxeador, Top Rank confió en mí y sabía que podíamos llegar, seguimos trabajando, decidimos venir a Las Vegas a hacer un campamento con (Ismael) Salas. Decidimos venir a con la familia”, explica el cubano, quien recibió entonces la advertencia de que debía cambiar sus formas, sus métodos y su compromiso. Y lo hizo, dentro y fuera del ring.
“Luché contra un país capitalista muy diferente a lo que estamos acostumbrados en Cuba, para nadie es un secreto que este país es súper difícil. Solo éramos yo y mi familia, mi mujer. Eso me ha ayudado a centrarme, a concentrarme en lo que quiero, a salir adelante y llegar a donde estoy”, reconoce.
Robeisy asumió la responsabilidad de sus objetivos y trasladó su base de entrenamiento de Florida a Nevada, se centró en su meta y ganó 11 peleas hasta obtener el derecho de ir por el título mundial. “Va a ser el primero de tantos que queremos lograr”, advierte. “Ganando el primer título quiero hacer un par de defensas y buscar unificación. En mi división no he tenido problemas, me puedo quedar un par de años. Lo mejor que puedo hacer es retener el título y buscar unificación”, vaticina.
Alejado de la tierra donde nació, Ramírez, de 29 años, entiende que será un referente en el entorno que lo formó como peleador de la vida. "Se que nadie tendrá acceso a ver la pelea, pero si tengo conocimiento de que hay mucho movimiento en Cuba, es un país donde les gusta seguir el deporte. Ahora me han dicho que se habla del Clásico Mundial y mi pelea de campeonato mundial, espero que de alguna manera puedan verlo a pesar de las dificultades que hay”, confía.
Robeisy es uno de 11 cubanos que han ganado dos medallas de oro en Juegos Olímpicos. Sabe que son muchos, pero él puede ser diferente: “Hay muchos deportistas cubanos con historia, empezando con Félix Savón y Teófilo Stevenson y terminando con el luchador del estilo grecorromano Mijaín López que sigue activo, a pesar de sus definiciones políticas. Mi nombre siempre estará ahí, no me excluyo pero se que hay muchos doble campeones olímpicos, pero pocos lo han logrado a los 22 años y pocos han llegado al boxeo profesional y han logrado ser campeones mundiales. Entonces creo que mi historia empieza ahora”.