<
>

Cómo su deseo de ser libre llevó a Francis Ngannou al ring de boxeo y Tyson Fury

El peleador camerunés ex monarca de UFC enfrenta a Tyson Fury en su primer contacto con el boxeo profesional y en el escenario más grande que pudo imaginar ante el campeón lineal del peso completo.


La noche del 22 de enero de 2022, Francis Ngannou entró por última vez al octágono del UFC en medio de una larga disputa con la promotora tras negarse a renovar su contrato en repetidas ocasiones.

Su manager Marquel Martin antagonizó con el presidente de UFC, Dana White, de manera pública y privada. Así, tras su unificación del campeonato de peso completo ante el entonces monarca interino, Ciryl Gane, ‘The Predator’ adelantó su futuro.

“No tengo claro que pasará, pero el boxeo es algo que sin duda quiero hacer”, declaró a ESPN Deportes en el Honda Center ese día, y 21 meses más tarde estará participando en una de las peleas más grandes del año ante el campeón lineal de peso pesado y monarca del Consejo Mundial de Boxeo, Tyson Fury.

- Ordena Fury vs. Ngannou por ESPN+ PPV (solo EE.UU.)
- Suscríbete a Star+ para lo mejor del boxeo (Latinoamérica)

Aunque el cinturón no está en juego, Ngannou sí está cumpliendo un sueño original, cuando logró establecerse en Europa después de varios intentos de salir de África, creyendo tener las condiciones de convertirse en una estrella del boxeo para poder ayudar a su familia.

Sea cual sea el resultado del combate, en el historial de Ngannou quedará registrado que logró salirse de un contrato que le impedía perseguir esa ambición personal. Desde su perspectiva, venció al sistema.

El enorme show en Arabia Saudita

Aunque los ejecutivos del UFC argumentaron que le ofrecieron a Ngannou el mejor contrato en la historia del peso completo, el equipo de Ngannou asegura que la bolsa (reportada por Fury en 10 millones de dólares) supera todos los cheques por combate que tuvo dentro del octágono.

Ahora entrará a un cuadrilátero de 24 por 24 metros para enfrentar al ‘Gipsy King’, el peso completo más elusivo de su generación que se presenta con un abrumador -1400 como favorito, prácticamente el doble de las posibilidades que las casas de apuestas le daban a Floyd Mayweather cuando enfrentó a Conor McGregor en el antecedente más cercano de un campeón del UFC haciendo el crossover ante un boxeador de élite.

Fury vs. Ngannou está lejos en la expectativa generada (en su momento, Showtime anunció que Mayweather-McGregor vendió alrededor de 4.3 millones de PPV), pero cuenta con el respaldo de la nueva súper potencia en cuestión a organización de eventos deportivos.

El fondo de Arabia Saudita hizo posible que Riad fuera la sede del compromiso que ambos peleadores hicieron en abril del año pasado, después de que Fury venció a Dillian Whyte frente a un Wembley Stadium repleto. Una garantía económica que era imposible de rechazar para Fury y cumple con la expectativa de Ngannou, que además estará peleando mucho más cerca de casa de lo que está acostumbrado.

Ahora, seguramente tendrán a Cristiano Ronaldo y un desfile de estrellas de la Liga Profesional Saudí, junto a otras celebridades. Los reflectores también estarán sobre Mike Tyson, quien estará en la esquina del africano junto a sus habituales en el MMA, los coches Eric Nicksick y Dewey Cooper del Xtreme Couture de Las Vegas, el gimnasio donde dio el salto de contendiente a campeón.

Ngannou tiene el paquete completo para disfrutar uno de los momentos más grandes de su carrera. La atmósfera será la de una gran pelea, como si se tratara de dos campeones indiscutidos, aunque Francis ciertamente depende solo de su golpe de poder para tener oportunidad alguna.

El inglés de 35 años no es intocable, pero hace que los mejores del peso completo se vean un paso atrás, y la expectativa ante Ngannou es que sea así. El reto que los fans del boxeo quieren ver en realidad es el del ucraniano Oleksandr Usyk en un combate por el campeonato indiscutible este invierno en Arabia Saudita, que quiere todos los combates estelares de la máxima categoría en el futuro cercano.

Dentro del encordado, sería sorpresivo si Fury no domina el combate contra Ngannou en su totalidad.

El futuro de Francis en la PFL y la pelea que no sucedió

Ngannou anunció hace meses - incluso antes de firmar la pelea de Fury - que tiene un contrato con la PFL, que creará una división de Súper Peleas en PPV alrededor de él, le dará un cargo directivo en representación de los atletas y una bolsa garantizada de 2 millones de dólares para su oponente.

El trato no podría ser más atractivo para él, aunque los seguidores de las MMA siempre le reprocharán haber dejado pasar la posibilidad de pelear con Jon Jones, con quien ya tuvo un careo cuando el actual campeón de peso completo de la UFC hizo esquina a Maurice Greene en su pelea contra Renan Ferreira durante un evento de la PFL.

La duda siempre estará ahí. Luce muy complicado que Jones se libere de su contrato del UFC - uno que recién renovó - en tiempo para que esa pelea añorada suceda. Ngannou tiene victorias ante ex campeones como Stipe Miocic, Caín Velásquez y Andrei Arlovski y en un escenario natural, tendría que ser parte del Salón de la Fama. Veremos que dice el futuro y si se liman las asperezas en la relación que hoy luce completamente rota con la que fuera su compañía.

Mientras esperamos su debut en la PFL a principios de 2024, la baraja de rivales no parece ser muy amplia: podría ser el campeón del torneo 2023 que se conocerá el 24 de noviembre entre Ferreira y Denis Goltsov, quizás algún veterano de la agencia libre como Fabricio Werdum que se ha ofrecido, o hasta alguien del actual roster de Bellator (dependiendo de los rumores de fusion/compra/venta entre las promotoras), que tiene en Ryan Bader a su máxima estrella en la división.

Lo que sí es seguro es que será casi imposible que Ngannou tenga una pelea de MMA de las dimensiones de la de Jones en la PFL, pero los riesgos que corrió para lograr el combate de Fury en boxeo sientan un precedente en favor de los peleadores.

Podrá tener un contrato firmado, pero hoy, se siente libre.