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Chocolatito, último obstáculo para que Rodríguez barra una época

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"Estamos viendo un boxeador generacional en Bam Rodríguez" (2:50)

Carlos Contreras Legaspi y Quique Rodríguez analizan el potencial de estrella de Jesse "Bam" Rodríguez, quien comienza a sentar pautas en los pesos menores del boxeo. (2:50)

Jesse “Bam” Rodríguez ha destrozado a tres figuras que revivieron los pesos pequeños años atrás y le queda el último ‘as’ para completar el póker: Chocolatito.


Jesse “Bam” Rodríguez (21-0, 14KOs) parece un arrebato de la naturaleza. Navega muy bien entre las tempestades de su división y se está encargando que las estrellas recientes de su categoría caigan como ruinas azotadas por un terremoto, eliminando cualquier huella que no sea la suya.

Según ESPN, 'Bam' es el mejor peleador del mundo menor de 25 años y, recientemente, volvió a demostrarlo con el impresionante nocaut a Pedro Guevara en tres asaltos. No obstante, la grandeza temprana de Rodríguez viene de mucho más atrás. Cuando en 2016 el peleador nicaragüense Román “Chocolatito” González se convirtió en el mejor libra por libra, surgieron a la escena cuatro figuras descritas como el póker de los pesos pequeños, esos cuatro caballeros que revitalizaron una categoría olvidada por falta de estrellas que obligaran al público a mirar en esa división: se trataba de Chocolatito, Juan Francisco “El Gallo” Estrada, Carlos 'El Príncipe' Cuadras y, más tarde tras arrebatarle el invicto al nicaragüense, Srisaket Sor Rungvisai.

'Bam' Rodríguez ha ido eliminando a cada uno de ellos como si fueran elementos de infantería. En febrero de 2022 con 22 años, se convirtió en monarca mundial de las 115 libras aplastando a Carlos Cuadras, aunque no lo noqueó, lo mandó a la lona en el tercer asalto. Muchos pensaron que había sido un error en la “Matrix”, que la suerte había estado de su lado, no obstante, cuatro meses después hizo lo que Cuadras, Chocolatito y Estrada no pudieron contra Rungvisai: noquearlo.

En ese combate exhibió toda su destreza, fue un desfile de habilidades tanto defensivas como ofensivas, movimientos de piernas y cambios de velocidad. El que había sido verdugo de Chocolatito y Estrada fue reducido a cenizas tocando la lona en el séptimo y siendo vapuleado en el octavo con tanto castigo que el réferi decidió detener las acciones.

Una vez acabado el trabajo de demolición y presentación al público como nueva figura mundial de los pesos pequeños, Rodríguez volvió a enmudecer al pugilismo con un espeluznante nocaut ante un probable futuro salón de la fama como Estrada, y aquí el cómo fue lo más importante: primero lo puso de rodillas en el cuarto round y, a pesar que “El Gallo” entregó hasta el último aliento enviando en el sexto a la lona a Rodríguez, no pudo ante ese huracán y recibió una dinamita en el estómago que lo dejó revolcándose sobre la fría lona del cuadrilátero. 'Bam' había transformado a 'tres gigantes' en figuritas de caricaturas.

Solo falta Chocolatito

‘Bam’ Rodríguez sin haber cumplido 25 años está gestando un legado con un cementerio de nombres respetados en los pesos pequeños. Para cerrar el ciclo y empezar uno nuevo hace falta el último ‘templario’ de la categoría supermosca, Román González, tetracampeón mundial y también futuro salón de la fama. Chocolatito admitió en Nicaragua después de su triunfo en julio ante Rober Barrera que estaría dispuesto a chocar ante Rodríguez siempre y cuando haya una buena bolsa y Teiken Promotion apruebe el combate, mientras que el propio Rodríguez admitió tras noquear a Guevara una posible pelea contra el excampeón si no logra unificar, sin embargo, su promotor Eddie Hearn fue claro al mencionar que "Chocolatito es el siguiente".

A sus 37 años, el exmonarca ‘pinolero’ es una incertidumbre. Se pensaba que el peso del tiempo haría efecto en su boxeo hace tres años y regresó noqueando a Khalid Yafai, luego hizo una pelea épica en la revancha ante Estrada en Dallas, aplastó a Julio César 'Rey' Martínez y en diciembre de 2022 perdió la trilogía ante Estrada, pero en un combate cerrado y lleno de emociones para los fanáticos. No obstante, la interrogante es si podrá extraer juventud de su pasado y detener Rodríguez, ese arrebato de la naturaleza capaz de hacer ver a Cuadras, Rungvisai y Estrada como película muda y en blanco y negro.