Vasiliy Lomachenko validó los pronósticos que le ponían como favorito en el legendario Madison Square Garden para derrotar al excampeón ghanés Richard Commey al derribarlo en el séptimo asalto y ganarle por amplia decisión unánime.
El ucraniano de inmediato llamó después al australiano George Kambosos, quien viene de destronar a Teófimo López como campeón indiscutido del peso ligero.
Lomachenko (16-2, 11 KO's) conectó un misil de mano izquierda en el rostro de Commey (30-4, 27 KO's) para enviarlo a la lona en el séptimo episodio y al verlo en tan malas condiciones cuando se reincorporó, pidió a la esquina del ghanés que detuviera la pelea, perdiendo segundos valiosos que pudieron llevarlo a acabarlo por la vía del nocaut. Volvió a lastimarlo, y otra vez pidió aventaran la toalla, pero no lo hicieron y de nuevo se le escapó el nocaut.
Al final de una entretenida batalla, Lomachenko se llevó dos tarjetas 119-108 y un 117-110 para quedarse con el título Intercontinental avalado por la Organización Mundial de Boxeo y refrendar, para muchos, su posición como el mejor peso ligero del mundo a pesar de no tener un campeonato mundial en su poder.
Después de la contienda, el tricampeón Lomachenko dijo que no tiene problema alguno en ir hasta Australia para retar a Kambosos, siempre y cuando le permitan tener esa oportunidad de disputar el campeonato indiscutido del peso ligero, la cual será su más grande misión para el próximo 2022.
Lomachenko, 33, fue el campeón de peso ligero hasta que perdió por decisión ante López en octubre de 2020. Después de recuperarse de una lesión en el hombro que requirió cirugía, Lomachenko regresó con un dominante nocaut técnico en el noveno asalto para vencer a Masayoshi Nakatani en junio.