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Por qué Silverstone puede ser la mejor carrera de Checo Pérez hasta ahora

El Gran Premio de Silverstone 2022 es, quizás, la mejor carrera que haya brindado Sergio Pérez en su trayectoria de 12 temporadas en la Fórmula 1, porque el segundo lugar conseguido por el piloto de Red Bull fue una mezcla de manos, agallas y precisión. Un clásico instantáneo.

Checo Pérez ha tenido actuaciones épicas desde que llegó en 2011: Malasia en 2012, donde estuvo a punto de ganar a Fernando Alonso, su primera victoria en 2020 en Sakhir, incluso la más reciente en Mónaco, pero hay elementos que podrían poner a Silverstone ligeramente arriba.

La manera en que Checo Pérez labró el regreso fue brutal, cada puesto recuperado desde el lugar 17 en el que cayó, luego del contacto con Leclerc en la segunda arrancada, fue con ritmo y paciencia, 34 giros en neumáticos medios a 110 por ciento de capacidad, y el final, ¡qué final!... eso merecerá algunas pinturas al óleo, que pronto veremos a la venta en las galerías de arte racing.

Sakhir fue igualmente épico, incluso sentimentalmente extático por ser la ópera primera de un virtuoso que nunca había tenido un instrumento con una obra maestra. También vino desde atrás y se impuso en el modesto Racing Point, con un rebase tras otro hasta ponerse en la punta y con una guinda de buena suerte proporcionada por la mala fortuna de George Russell en el Mercedes que sufrió ponchaduras providenciales. Sí, un poema para los fans del mexicano, pero...

Silverstone fue el trabajo de un piloto de clase mundial, de un auténtico volante en lo más alto de su desempeño y por encima de los que son llamados los más talentosos. Hoy, como ha sido desde hace tiempo, Checo Pérez no sólo reclamó un lugar en el podio, sino en la élite de la élite, algo que algunos rankings europeos y acres críticos le escatiman con bases tan sólidas como naipes sosteniendo un edificio.

La diferencia entre Silverstone y Sakhir está en que Checo Pérez ganó milímetro a milímetro el escalón en el círculo de ganadores con maniobras escalofriantes, pero llenas de deportivismo sobre Charles Lecler y Lewis Hamilton.

Todo mundo necesita una manita de la diosa fortuna, y si no que lo diga Carlos Sainz quien ganó a pesar de haber dejado ir varias oportunidades, la de Checo Pérez llegó en la vuelta 39 cuando intentaba abrir un hueco suficiente para entrar a pits sin perder el cuarto puesto con Lando Norris y Fernando Alonso. Ahí salió "San Esteban Ocon", quien con su abandono provocó la entrada del Safety Car y le regaló al mexicano una parada "gratis" en pits y pudo quedarse en P4 y además con la posibilidad de una rearrancada lanzada detrás de los tres líderes.

Y así fue que, en la vuelta 42, Pérez-Hamilton-Leclerc provocaron una apnea colectiva en Silverstone y en cada lugar donde se veía la carrera por televisión. Fue una batalla encarnizada: Checo atacó a Charles Leclerc, quien con llantas duras hizo un alarde de manejo para contenerlo. La pelea seguía entre el Red Bull número 11 y el Ferrari 16, cuando Lewis Hamilton hizo explotar las tribunas al pasarlos a los dos.

Checo Pérez respondió inmediatamente por dentro de Hamilton y se fueron llanta a llanta, hasta que en el giro 46, finalmente, el tapatío recordó al siete veces campeón mundial que nunca puede estar tranquilo con él a un lado, porque le da pelea y le puede ganar, baste recordar todo lo sucedido en 2021.

Fueron minutos donde lo hecho por ese trío de grandes pilotos hizo aguantar la respiración, dar saltos nerviosos y jalarse los cabellos al mundo de la F1. Ese nivel de competencia y salir avante de él es lo que podría quitar el "quizás" para calificar a Silverstone como la mejor pieza de manejo que Checo Pérez haya entregado en la Fórmula 1 hasta ahora, y a pesar de no haber sido una victoria, como artesanía y muestra de ADN queda para siempre.

En Youtube es fácil encontrar un duelo épico, a la antigua, sin DRS, puras manos entre el Ferrari de Gilles Villeneuve y el Renault de René Arnoux en el Gran Premio de Dijon, Francia en 1979. Pocos vestigios de la F1 en video causan más admiración y son la muestra del talento de dos clásicos y no es una pelea por el primer lugar, esa carrera la ganó el otro Renault de Jean Pierre Jabouille, pero de él nadie se acuerda.ç

Toda proporción guardada, las maniobras de Silverstone 2022 se quedarán en el inconsciente colectivo de la Fórmula 1 y recibirán clicks ad infinitum en todas las plataformas, porque ese momento ya es un clásico instantáneo, un parpadeo de peligro, manejo, deportivismo y calidad. Un momento que al final fue ganado por el mexicano Checo Pérez en Red Bull y que le perimitó seguir como segundo en el campeonato en un Gran Premio donde parecía todo perdido.