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La relación entre Checo Pérez y Max Verstappen se fue por el caño

La acaramelada amistad duró 43 Grandes Premios y se terminó. Max Verstappen dinamitó en Brasil la relación de coequiperos con Sergio Pérez y lo hizo de la peor manera, al desobedecer órdenes directas y expresas de devolver la posición que había recibido unas vueltas antes del piloto que tantas veces trabajó para Red Bull y para él, incluso para conseguir el título de 2021.

"Mostró quién es realmente", dijo Checo Pérez al cruzar la meta en séptima posición en un desastroso Gran Premio de Sao Paulo, cuando Christian Horner, el team principal se disculpó en nombre del equipo por la actitud de Verstappen.

El ingeniero Gianpiero Lambiasse le había dicho, vía radio, a Max Verstappen antes de iniciar la última vuelta:

"Si no pasas a Fernando, deja pasar a Checo, por favor".

Unos segundos después, insistió.

"Deja pasar a Checo, ¡Max, deja pasar a Checo, por favor!"

Pero eso no sucedió, Verstappen cruzó la meta delante de Checo Pérez, cuando el mexicano necesitaba los puntos para mantenerse en segundo lugar del Campeonato de Pilotos. Ahora llegará a la última fecha empatado pero en desventaja con Charles Leclerc, por el número de victorias.

Max ya no pelea nada, tiene el bicampeonato, el título de Constructores para Red Bull y el récord de más victorias en una temporada.

"Max, ¿qué pasó?", preguntó Lambiasse, una vez terminada la carrera.

Y la respuesta del neerlandés no fue mejor.

"Ya te lo dije el Verano pasado. No me van a pedir eso otra vez. ¿Está claro? Di mis razones y me sostengo en ellas", señaló por el radio Verstappen, en una clara alusión a que en Mónaco el equipo habría, supuestamente, favorecido a Checo Pérez.

Pero, ¿por qué hacerle la guerra y enrarecer la relación con el compañero de equipo que múltiples ocasiones ha trabajado para que consigas tus objetivos?

Eso es un misterio, o no, es el corazón de un competidor implacable, un egoísta en su nivel más alto, un depredador de las pistas cuya naturaleza es no tenerle piedad a nadie, ni siquiera a los de su misma especie: Max 'El Destripador'.

Max olvidó aquel mensaje de hace 11 meses de "Checo es una leyenda", cuando Pérez detuvo a Lewis Hamilton en Abu Dhabi y así preparó la carrera para que se coronara.

Olvidó esa y otras tantas veces donde a Checo Pérez se le pidió que le cediera la posición como en España o Bakú en 2022 o incluso en 2021 con otras defensas heroicas sobre Hamilton.

Checo Pérez fue todavía más lejos en la entrevista inmediata, en caliente, con Juan Fossaroli de Fox Sports: "Estoy muy sorprendido con lo que hizo, después de todo lo que he hecho por él. Si tiene dos campeonatos, es por mí", y ahí explotó la bomba.

El respetuoso y prudente Checo Pérez acabó por rebelarse, tal vez muy tarde, decepcionado por la acción del coequipero al que ha protegido en largadas, carreras y todo tipo de situaciones.

Es cuestionable si los dos títulos los tiene Verstappen gracias a sus ayudas, pero es cierto que nunca ha dudado en ser jugador de equipo y correr para Max.

Horner entró a poner paños fríos, pero lo que se rompió, roto está...

El encontronazo exigía una reacción inmediata, un alto de parte de los jefes de Red Bull y así lo aplicó Christian Horner en un manejo de crisis al momento.

Una vez dadas las primeras e inevitables declaraciones, el director del equipo los llamó al interior de las paredes de la organización, habló fuerte y de ahí salieron, uno con cara de enojo, pero más tranquilo y el otro con el rostro de regañado, pero el descaro de saber que se salió con la suya.

"Se dieron las manos", dijo Horner quien explicó que Pérez y Verstappen hablaron de frente y aseguró "que en Abu Dhabi la prioridad es que Checo logré el segundo lugar (de pilotos)".

"Creo que es algo que vamos a discutir internamente. Dejarlo atrás y seguir trabajando juntos como equipo", así le bajó la temperatura al incidente Pérez en una entrevista posterior a la junta con Horner y Verstappen en el hospitality del equipo.

Por su parte, Verstappen, mustio, pero firme en que el equipo conocía sus razones, se dijo conforme con que se hayan puesto sobre la mesa los argumentos de ambos pilotos y experesó que está dispuesto a ver hacia adelante.

"(En Abu Dhabi) si necesita ayuda, ahí estaré", señaló Verstappen... ahora la pregunta es ¿se le puede creer?.

De los labios de los protagonistas salen palabras que no coinciden con lo que los músculos faciales muestran. Entre Checo Pérez y Max Verstappen se acabó la armonía. Habrá diplomacia, incluso juegos preparados para redes sociales, pero confianza, respeto... ese lo tiró el neerlandés por la ventana.