El piloto mexicano asegura que la tensión con Verstappen se ha disipado, pero sí buscará el campeonato de F1
Checo Pérez y Max Verstappen sacaron los pañuelos blancos y pusieron los intereses de Red Bull por delante de los personales. El mexicano se llevó la victoria en el Gran Premio de Azerbaiyán y se puso a cinco puntos del bicampeón mundial.
Checo Pérez llegó a seis triunfos en el máximo circuito y después de sumar su quinta victoria en circuitos callejeros mencionó que ambos han aprendido a manejar sus diferencias y evitar situaciones que generen un ambiente negativo.
“Hemos aprendido y manejado las diferencias y hoy lo demostramos. Nos estábamos empujando mucho y los dos chocamos con la pared un par de veces", dijo después de la carrera en la que ambos pilotos terminaron con una diferencia de solo 2.5 segundos.
Del mismo modo, fue contundente al señalar que puede pelearle el título mundial a su compañero de equipo, pues la diferencia de ambos se redujo y Max Verstappen perdió el punto extra ante George Russell. “Sí claro, lo puedo pelear con él”.
Checo Pérez reconoció que la presencia del safety car lo benefició, ya que esto provocó que se mantuviera en la primera posición, misma que retuvo y dominó durante el resto de la competencia.
“Otro mano a mano que nos llevó al límite de principio a fin. Era importante pasar a Charles y entrar en el tren del DRS y presionar muy fuerte a Max que degradó mucho en su primer Sting. Íbamos a tener la posición, era temprano para parar y nos ayudó el safety car, pero fue un mano a mano y empujamos bastante. Toqué el muro un par de veces y nos empujamos muy fuerte uno al otro”, dijo.
“Era fácil cometer un error. Íbamos muy al límite y un poco que te pasaras o una equivocación pudo haber terminado con la carrera con alguno de los dos”, finalizó.