¿Qué pasa entre Sergio Pérez y el circuito callejero de Bakú? ¿Por qué es tan bueno ahí? Tal vez la respuesta es una combinación de arrojo, precisión y confianza para conducir en un intricadísimo trazado donde las paredes están a milímetros.
La misma pregunta le hicimos a Checo Pérez antes de que consiguiera el triunfo por segunda vez en Azerbaiyán de la Fórmula 1, segundo en la temporada para el piloto de Red Bull, quien aunque no quiso darse como favorito filtró lo que él cree que es la clave.
"Creo que en general es un circuito donde debes tener mucha confianza en tu auto, eso se me ha dado bien, he tenido buenos momentos en diferentes coches, he ido bien aquí", dijo el jueves previo al GP donde se llevó 33 de 34 puntos posibles, ya que también ganó la Sprint y sólo le faltó embolsarse la unidad que se otorga a la vuelta rápida en carrera, que al final quedó en manos de George Russell.
Algo que no dijo Checo Pérez y que seguramente es importante en Bakú es su estilo de manejo en una pista donde se combinan tres sectores muy diferentes, el primero de curvas de 90 grados, el segundo trabado, intrincado y angostísimo y un tercero de curvas a fondo a la izquierda seguido de una larga recta.
Checo Pérez es un piloto que gusta de llevar las frenadas a fondo, pero con suavidad, una rara cualidad que mantiene la vida de los neumáticos. Para ello su auto tiene un setting cargado al eje delantero.
Al no tener suelta la parte trasera del auto, Checo Pérez apunta a la curvas con su RB19 de forma más eficiente ahí donde el mayor peligro es cuando el eje trasero queda muy suelto y puede pegar, especialmente en curvas como la 8 o la 14.
Pero debe existir un equilibrio, no puedes tener un auto que se vaya tanto de frente (subviraje) que se corra riesgo de seguirse de frente en las curvas de 90 grados como lo son las cuatro primeras del trazado de 6,003 metros de longitud.
Y fue precisamente ahí donde Checo Pérez fundó su ventaja en ritmo de carrera sobre Max Verstappen, en el sector uno y también en la pequeña pero importantísima parte entre las curvas 8 y 11 del sector 2, donde se requiere de apuntar con mayor precisión y confiar en las manos para pasar pegado a los muros.
En la edición vimos ejemplos de ambos errores. Primero de subviraje de Nick de Vries y de sobreviraje, cuando la cola del auto chicotea en el muro, como fue el caso de Esteban Ocon y Max Verstappen en dos ocasiones.
Los terceros lugares en 2016, 2018, el segundo en 2022 y los triunfos en 2021 y 2023 no son materia del azar son el resultado de un circuito que se amolda a las manos de Checo Pérez y que alimentan la leyenda de que el mexicano es el mejor piloto en callejeros de la F1, porque a esto podemos sumar las victorias en Mónaco, Singapur y Yeddah.
Que Checo Pérez rete a Max Verstappen es la mejor noticia para la F1
El mexicano Sergio 'Checo' Pérez es el ingrediente que le pone sazón a la temporada 2023 de la Fórmula 1, ya que si no fuera por su manejo lleno de maestría no existiría un retador al título de su coequipero en Red Bull, Max Verstappen.
El rostro del neerlandés nacido en Bélgica pasó del enojo del sábado por perder la Sprint a la incredulidad del domingo, al ver que, por segunda vez en la campaña, no pudo tener mejor ritmo de carrera que Checo Pérez. El mexicano le ha corrido de igual a igual y eso es algo no estaba en el presupuesto de Verstappen.
Es un hecho que sin la competitividad al más alto nivel del tapatío Pérez la F1 tendría enfrente el problema de una temporada cargada en las manos de un sólo piloto. La creencia popular más extendida entre los supuestos entendidos de este deporte era, y no sin argumentos, que Max Verstappen arrasaría con todos, incluido Pérez, por supuesto, pero el crecimiento del mexicano, en su tercer año con Red Bull aporta la enorme posibilidad de que la temporada no será una aburrida y predecible sucesión de banderas a cuadros en manos del campeón reinante de la categoría.
Checo Pérez ha sido constante (con excepción de Australia, donde varias fallas en su auto lo hicieron calificar muy atrás), tan rápido como Verstappen, cerebral, con un manejo brillante, lleno de madurez y un ritmo de carrera metronómico.
Pocos habrían apostado su dinero a que Checo Pérez podría hacer crecer, como el domingo en Bakú, una diferencia de 1.2 a 3.5 segundos sobre el portentoso Verstappen. En la vida eres tan bueno como los rivales a los que vences y Sergio ha podido ser mejor que el que desde hace dos temporadas es superior a todos en victorias, puntos y títulos.
La maestría en el manejo de Checo Pérez, aderezada con un Safety Car muy a tiempo para su causa, es, insisto, la mejor noticia que la Fórmula 1 podía recibir, porque cuando siempre gana el mismo piloto, el interés desciende, los ratings adelgazan y los reglamentos que pretenden dar competitividad fracasan.
Sería mucho mejor para el espectáculo en general que Ferrari, Mercedes y, ahora, Aston Martin fueran capaces de ganar carreras, pero hasta ahora eso ha sido no sólo imposible, sino que Red Bull parece tener un auto de una categoría superior, de su propia liga.
Así que las esperanzas de una batalla por el título están en Checo Pérez porque en 2023, al menos hasta ahora, sólo un RB19 es capaz de vencer a otro RB19.
Luego de Bahrain, Arabia Saudita, Australia y Azerbaiyán son 6 puntos los que separan a Checo Pérez de Max Verstappen... lo mejor está por venir.
