Ninguno de los dimes y diretes que merodean por la vida deportiva de Checo Pérez existirían si el mexicano tuviera un andar firme y al nivel que claramente le permite el Red Bull. Los números del tapatío evidencian un pronunciado declive en las últimas carreras: en las primeras cinco del ejercicio 2023, sumó 105 puntos; mientras que en las últimas cinco anotó apenas 51. El quinteto de la caída coincide con el Talón de Aquiles de Pérez: enhebró cinco citas consecutivas sin llegar a Q3.
Pérez perdió la confianza. Después de lograr dos triunfos en los cuatro primeros Grandes Premios, el mexicano se animó a soñar con la posibilidad de pelear por el Mundial. “Estoy cerca del primer lugar, sólo pienso en ser campeón, pero también voy carrera a carrera, ese es mi objetivo”, dijo Checo, tras su gran éxito en Baku. Pero su sueño comenzó a naufragar en Mónaco y con el pasar de las citas las criticas comenzaron a llegar desde las entrañas de Red Bull. Si bien en carrera Pérez disimula sus males, apoyado por la superioridad neta de RB19 que le permite realizar buenas remontadas, la escuadra austríaca lleva cinco carreras sin firmar un doblete, resultado que debería conseguir con asiduidad debido a su supremacía.
“Debería dejar de soñar con títulos mundiales y ser más consistente en clasificación”, fue el dardo de Helmut Marko, asesor y hombre de peso en las decisiones del equipo de Milton Keynes. “Con nuestro auto, debería ser capaz de entrar en Q3”, fue el misil que disparó Max Verstappen. El clima es tenso.
Se sabe que Red Bull tiene un régimen casi marcial, al mejor estilo de los años dorados de McLaren bajo la égida de Ron Dennis. Al equipo de la bebida energizante no le tiembla el pulso si debe dar de baja un piloto de un sopetón. Daniil Kvyat, Pierre Gasly o Alex Albon pueden dar fe de eso tras ser borrados de Red Bull sin más. Y hace apenas horas le tocó a Nyck de Vries, quien, ante la falta de los resultados esperados por la cúpula austríaca, fue despedido de Alpha Tauri, el segundo team del Toro. Y ahí aparece otro frente de tormenta para Checo: el lugar del neerlandés será ocupado por Daniel Ricciardo.
El australiano dejó McLaren al cierre de 2022 tras un opaco paso para recalar como reserva de Red Bull. Desde su posición, trabajó incansablemente con el simulador dentro de una estructura en la que se encontró con gente muy conocida tras sus siete temporadas en sus filas (dos dentro de Toro Rosso). El ganador de ocho Grandes Premios (siete con Red Bull) giró en Silverstone durante una prueba para Pirelli y se mostró muy rápido, como hacía tiempo no lo lograba. Christian Horner, director del equipo, se mostró feliz con el andar de Ricciardo y Marko no dudó un instante en darle salida de De Vries.
¿El ingreso de Ricciardo a Alpha Tauri pone contra las cuerdas a Checo? Desde el equipo los discursos se van acomodando en tanto los rendimientos del mexicano no mejoran. Tras el GP de Austria, Horner fue tajante: “Hablar de Pérez afuera de Red Bull en 2024 es algo totalmente fuera de lugar. Tiene contrato para la próxima temporada”. Tras el GP de Gran Bretaña, el pope fue más permeable: “Es el tipo de persona que necesita un brazo alrededor de su hombro y trabajar con él. Y eso es lo que estamos haciendo”.
Hay algo claro: Ricciardo quiere volver a Red Bull, algo que reconoció abiertamente. El australiano espera que el paso por Alpha Tauri, asegurado hasta fin de año, sea el trampolín que lo ubique nuevamente en el team principal, en 2024 o 2025. El desembarco en el segundo equipo de la casa austríaca puede ser un arma de doble filo. Para alimentar su sueño de llegar a Red Bull deberá superar a Yuki Tsunoda, su compañero. Ni Horner ni Marko evaluarán si se mete en zona de puntos con asiduidad o no, sino si vence al japonés. No pueden esperar que anote seguido con un auto que apenas logró dos unidades en diez carreras. Pero sí que sea más veloz que Tsunoda. Si pierde con el asiático, hasta allí habrá llegado su ímpetu de volver a lo más alto. Mientras tanto, Checo deberá enderezar el rumbo y reencontrarse con el RB19 del que, tras Silverstone, aseguró: “Debo trabajar en las sensaciones con el auto”. En Red Bull no hay tiempo, el tapatío tiene en su máquina el potencial para asegurar varios 1-2 y es lo que esperan los popes. Por ahora le aseguran que estará en 2024, pero Ricciardo tiene otros planes. Las citas que faltan para cerrar 2023, que se verán por Star+, serán clave.