El inglés se quedó con la pole y su compañero australiano se ubicó segundo en la clasificación de la 13ª cita del año y el team de Woking volverá a completar una hilera inicial.
El 24 de noviembre de 2012, Lewis Hamilton lograba la pole position para el GP de Brasil, anotada como la 20ª fecha del Mundial de aquella temporada. Jenson Button completaba el 1-2 de McLaren en Interlagos y sellaban la cuarta primera fila del año en Fórmula 1, en tiempos en los que Martin Whitmarsh dirigía a la escudería. Pues bien, desde aquella visita a San Pablo, nunca más el team de Woking había conseguido un 1-2 en clasificación hasta el GP de Hungría de este año, 13ª fecha del ejercicio, que sellaron Lando Norris y Oscar Piastri. Debieron pasar 4.257 días para que McLaren disfrutara de una hilera inicial completa.
Norris confirmó todo lo que había mostrado en los ensayos, al dominar el viernes y el sábado a la mañana. Y en clasificación superó por apenas 22 milésimas a su compañero de equipo. Y sí, McLaren están otra vez ante una gran chance de lograr un triunfo. Para eso, deberá limar la conjunción de pequeños errores cometidos en las últimas citas de este año para poder, de una vez por todas, sellar el éxito que le haga compañía al solitario que lograron con Norris en Miami.
La casa de Woking podría haber celebrado en Canadá, pero un pequeño fallo en la parada de Norris en boxes le abrió la puerta a Max Verstappen. En la cita siguiente, en España, pero otra vez Red Bull ganó en estrategia, mientras Lando se estancaba detrás de George Russell. En Austria estaba todo dado para el éxito, pero a Norris le faltó un poco de paciencia en el momento de superar al aguerrido (por demás) tricampeón y todo terminó en toque y éxito de Russell. También en Gran Bretaña, la estrategia de paradas de McLaren fue equivocada y Norris perdió la posibilidad de vencer. Pues bien, en Hungría están ante la enorme posibilidad de redondear el fin de semana y lograr el éxito tan esperado. Por rendimiento, McLaren tiene el mejor auto de la F1 en este momento, pero por ahora no lograron sacarle el jugo que podrían haber exprimido.
Para esta ocasión, los de Woking contarán con un plus especial y muy apreciable: tendrá a sus dos MCL38 en primera fila. Contará con dos pilotos y eso les permitirá a los ingenieros hasta apostar por dos estrategias distintas para frenar a Verstappen, quien largará tercero y, una vez más, pelará en soledad para Red Bull. Porque Checo lo hizo de nuevo. Destruyó su RB20 con un golpazo contra el muro en la Q1 y hasta ahí llegó. El mexicano deberá partir 16º en una pista en la que superar autos es una tarea muy complicada, por algo Hungaroring es el Mónaco sin muros. La paciencia de los popes de la escudería de las bebidas energizantes ya está llegando a un límite con Pérez, quien no superó Q1 en cuatro de las últimas seis carreras y anotó 15 puntos en los seis Grandes Premios pasados. Muy poco para las arcas de Red Bull en su pelea por la Copa de Constructores, más ahora que McLaren es un rival que los puso contra las cuerdas.
Verstappen parece ser el único que puede poner en duda un triunfo de McLaren en Hungría. Mercedes, que viene de vencer en las dos últimas citas, perdió terreno en Hungaroring. Puertas adentro de las Flechas de Plata habían avisado que Hungría no les caería bien, pero tal vez no imaginaron que Russell no superaría Q1: “Podríamos haber luchado por la pole hoy, es inaceptable de mi lado. Fue un desastre”, reconoció el ganador de Austria. Hamilton sacó la cara por el team alemán y largará quinto. Ferrari, más allá de los cambios que introdujeron en los SF-24, no termina de acercarse y nuevamente Carlos Sainz fue el mejor (cuarto, contra el sexto de Charles Leclerc). Ante este panorama, McLaren está ante una chance casi inmejorable. Solo el fuego amigo puede cambiar un fin de semana que tiene destino de festejo.