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F1: Max Verstappen, urgido, llega al GP de Azerbaiyán

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Charles Leclerc celebró y Franco Colapinto debutó en Monza (9:35)

El monegasco le dio una gran alegría a los tifosi al vencer con Ferrari en el 16ª fecha de F1. El argentino cerró una buena actuación en su estreno con Williams al ser 12º. (9:35)

El neerlandés se mantiene como líder del Mundial, pero lleva seis citas sin triunfos, viene de sufrir en Monza y su Red Bull dejó de ser el mejor auto de la parrilla. ¿Recuperará el nivel en Bakú?

Monza fue la gota que rebalsó la paciencia de Max Verstappen. El neerlandés fue sexto en el GP de Italia, igualando su peor resultado del 2024 que había firmado en Mónaco, contando solo las carreras en la que llegó a la bandera de cuadros (abandonó en Australia con problemas de frenos). Es más, para encontrar una peor posición final al sexto lugar hay que viajar hasta Singapur 2022, cuando fue séptimo. Las malas del tricampeón siguen: acumula seis competencias sin triunfos, una racha que no vivía desde la temporada 2020. La falta de competitividad de su Red Bull en el templo de la velocidad italiano saturó a Max, quien ya ve peligrar la chance de ser tetracampeón. “En este momento, ambos campeonatos no son realistas para Red Bull. Ya dije muchas cosas, ahora es tiempo de que el equipo haga muchos cambios en el auto. El año pasado teníamos un gran monoplaza, el más dominante de la historia, y básicamente lo convertimos en un monstruo. Pasamos de un coche muy dominante a otro inmanejable en ocho meses. Esto es muy extraño para mí, hay que dar vuelta esto”. Claramente, Verstappen les tiró la pelota a los ingenieros del equipo de Milton Keynes.

El equipo de las bebidas energizantes ganó en cuatro de las siete visitas que la F1 realizó en el urbano de Bakú: Daniel Ricciardo (2017), Checo Pérez (2021 y 2023) y Verstappen (2022). Sin embargo, la falta de equilibrio que demostró el RB20 en las últimas citas no es un buen augurio para una pista en la que el balance será clave para rendir bien en las rectas y en la parte trabada.

Verstappen sigue como líder del Mundial y disfruta de una buena luz de 62 puntos sobre Lando Norris, fundamentalmente gracias al buen arranque en el que logró siete éxitos en las diez primeras carreras, antes del declive de Red Bull. Max también debe agradecer su ventaja a la insólita falta de determinación de McLaren en elegir a Norris como el piloto número uno del equipo, siendo el que más cerca está del neerlandés. El inglés podría tener diez puntos más en su cosecha si el team hubiese dado las órdenes de equipo que lo apoyaran en la pelea por el título, ya que habría ganado en Hungría y hubiese sido segundo en Monza. También hay que poner como punto que favorece al tricampeón es la inconsistencia de Norris, con fallas en momentos clave.

El claro bajón competitivo del Red Bull llevó a Verstappen a pasar de un promedio de 21,9 puntos por carrera en las primeras diez fechas a 14 en las últimas seis. Los popes del team austríaco dedicaron las dos semanas entre Monza y Azerbaiyán a trabajar en tratar de recuperar el auto. Es que, además de la lucha entre los pilotos, el equipo ahora ve seriamente amenazado su liderazgo entre los Constructores: tras la visita a Barcelona, le llevaba 93 unidades a McLaren y arrancarán el fin de semana de Bakú con una brecha de apenas ocho.

“He vuelto a la fábrica con el equipo esta semana y estuve en el simulador antes de las dos carreras consecutivas. Monza ha sido una carrera dura y nuestra prioridad es recuperar la forma que necesitamos", confesó Verstappen en la previa. Helmut Marko, asesor y hombre fuerte de Red Bull, dijo: “En Bakú, siempre fuimos competitivos, pero esta vez, será crucial la rapidez con la que podamos recuperar el equilibrio deseado en el coche. Si podemos hacer eso hasta cierto punto, deberíamos estar en mejor forma para el GP de Azerbaiyán. Y si Verstappen consigue un coche con el que pueda luchar razonablemente, entonces su clase extra saldrá a la luz”.