El argentino perdió el control de su Williams en la S de Senna y se golpeó contra los muros en una qualy que estuvo marcada por la lluvia.
San Pablo (Enviado Especial) El “!noooo!” baja desde las tribunas del autódromo de Interlagos. Justo en la S de Senna, la curva más emocionante y emblemática del trazado de San Pablo. La que lleva el nombre en homenaje a Ayrton, ese piloto que Franco Colapinto no para de mencionar como ese ídolo que nunca vio, pero que sí conoce por las películas, series y videos de sus carreras. Ahí fue donde se terminó su clasificación en la Q1 de las 21ª fecha a de Fórmula 1 al perder el control de su Williams y terminar con el muro.
Los argentinos que habían logrado entrar al autódromo para la clasificación se lamentan por el accidente de Franco, quien hasta ese momento estaba avanzando a Q2 en su primera vez en una pista mojada en Fórmula 1. El diluvio del sábado generó la postergación de la clasificación para las 7.30 del domingo, una hora insólita e histórica para una tanda del Mundial. Las puertas del autódromo se abrieron a las 6.30, con 20 cuadras de cola esperando bajo la lluvia. Claro, cuando la clasificación comenzó, buena parte de ese público aún estaba afuera. Franco llegó a las 6.10 al circuito con buen semblante. Todo cambió con ese accidente que lo dejó con las manos vacías y la desilusión a cuestas. Finalmente, al cierre del primer segmento de clasificación, Colapinto cayó hasta el 18° lugar desde el que largará la carrera, si la lluvia lo permite.
Los mecánicos de Williams se agarran la cabeza al ver el FW46 de Franco contra el muro. El apretado cronograma provoca que tengan tan solo tres horas para repararlo. El argentino pide perdón por la radio después de que su auto hiciera aquaplaning y chocara. Vuelve directo a su box, con cara extremadamente seria, como es lógico. Mientras se disputa la Q2, Franco debe cumplir con la entrevista con la TV. Los medios gráficos, nada. La férrea marca de la encargada de prensa de Williams no permite que los medios argentinos se acerquen. Colapinto tampoco se muestra predispuesto a parar un minuto. Termina de hablar con la TV y se dirige a boxes para seguir la interminable clasificación, plagada de banderas rojas por accidentes de todo tipo. Antes de la Q3, Franco decide recluirse en su hostipatlity. Desde ahí pudo ver el tremendo golpe de Alex Albon, su compañero de equipo, quien directamente destruyó el FW46.
El tailandés está afuera de la carrera. No tienen chances de recuperar su auto en el apretado cronograma que quedó para el GP de San Pablo tras el diluvio del sábado. El de Colapinto parece salvable, aunque él mismo reconoció en la TV que no sabía si llegarían a dejarlo listo. La clasificación finaliza a las 9.14, una extensión tan inusual como el horario de inicio. La carrera está programada para las 12.30, aunque se debería postergar por el tiempo de trabajo de las escuderías. Colapinto sigue metido en su búnker. El fin de semana que más esperaba llega torcido a la carrera principal.
ENVIADO ESPECIAL
La programación del GP de Brasil
Domingo 3 de noviembre