Los libros de historia de Fórmula 1 guardarán un capítulo para la primera tanda libre del Gran Premio de Abu Dhabi de 2020. El peso específico de un apellido ilustre alojará en el recuerdo imborrable a un hecho tan simple como un mero entrenamiento. Porque no fue uno más: fue el día que debutó oficialmente Mick Schumacher, el hijo de la leyenda que permanece convaleciente en su mansión de Suiza tras el accidente de esquí que sufrió hace casi siete años.
Llamarse Schumacher no es sencillo. Hasta la irrupción de Lewis Hamilton, el Kaiser era el dueño de todos los records en el Mundial. Aún atesora el de siete títulos ganados, pero ya compartido con el inglés de Mercedes. El joven Mick deberá convivir con las comparaciones mientras vaya construyendo su propia carrera. Será inevitable. “Es un tema que me aburre y está fuera de lugar. Es Mick quien hace su trabajo. Él seguirá su propio camino y así es como hay juzgarlo. Lo que era hace 20 años no tiene cabida hoy”, bramó hace pocos días Ralf Schumacher, su tío y también expiloto de la máxima categoría. “Fue difícil para él al principio, y luego hubo un ambiente en su contra en el paddock, que fue realmente malo”, agregó el corredor con pasado en Williams, Toyota y Jordan.
Para Mick se trató de su primera salida a pista oficial sobre un Fórmula 1. La empresa no fue sencilla, se subió a un Haas, el segundo peor equipo de la parrilla y que apenas anotó tres puntos en la temporada. Se ubicó 18º, pero lo más importante fue que venció, y claramente, a Pietro Fittipaldi, su circunstancial compañero de equipo. Tampoco es una medida el nieto del gran Emerson, quien está en su segunda carrera, tras sumarse de apuro a la escuadra estadounidense en reemplazo del lesionado Romain Grosjean. El sufrimiento de Schumacher continuará el año que viene, porque difícilmente el team de Gene Haas pueda mejorar mucho el rendimiento.
Más allá de su apellido, Mick llegó a la Fórmula 1 por mérito propio. Fue campeón de Fórmula 3 en 2018 y se quedó con la corona de Fórmula 2 en esta temporada. Ferrari lo captó para darle lugar en su programa de desarrollo de jóvenes, puesto que fue la puerta de ingreso a Haas, equipo con fuerte alianza con la casa de Maranello. Rápido y consistente son dos adjetivos que le caen muy bien a Schumacher. Deberá mejorar en clasificación, uno de los fuertes que tenía su padre. En carrera siempre mostró su voracidad y talento.
Mick nació el 22/3/1999. Para ese entonces, su papá ya tenía dos títulos, 33 victorias, 20 pole positions y 118 Grandes Premios disputados. Desde el debut de Michael hasta el de Mick pasaron 10.703 días y 2.938 desde el segundo y definitivo retiro del heptacampeón. A los nostálgicos, tal vez, hasta se les haya caído alguna lágrima al ver a este jovencito de apenas 21 años con apellido prócer y un parecido físico que impacta. A los encargados del marketing se les habrán iluminado los ojos. El camino es largo y las comparaciones, inevitables. El tiempo dirá hasta dónde llegará.
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