Las consecuencias deportivas de la falta de una temporada de fútbol americano colegial son enormes para los jugadores
Los deportes y todos los involucrados en ellos se han visto fuertemente afectados por la pandemia del coronavirus, tanto económica como deportivamente. Las ligas en todo el mundo han buscado la forma de volver a la nueva normalidad, es decir, jugar sin público, realizar pruebas antes de cada enfrentamiento, buscar sedes para realizar eventos, etc. Pero en esta ocasión, la nueva víctima del COVID-19 fue el fútbol americano colegial de Estados Unidos, pues ya son varias conferencias las que anunciaron que no habrá temporada este 2020.
Las Conferencias Big Ten y Pac-12 anunciaron que no habrá temporada este año, que volverán al emparrillado hasta el 2021; sin embargo, la Big 12 anunció que seguirá adelante con su temporada, y la SEC y ACC aún analizan la posibilidad de jugar, lo que, de conseguirse, traería muchas dudas, como el Juego por el Campeonato Nacional. ¿Cómo funcionaría si las universidades juegan en tiempos diferentes?
Si bien habrá impacto económico en las universidades y sus equipos, incluso en los jugadores, las consecuencias deportivas serán aún mayores, sobre todo para aquellos deportistas que buscan dar el salto a la NFL en el próximo draft que se celebrará en 2021.
¿Qué significa no jugar una temporada?
Ya lo dijo Joe Burrow a través de su cuenta de Twitter y refleja a la perfección lo que es perder una campaña en el fútbol americano colegial, sobre todo si es la última de muchos jugadores: "Comprendo la situación que están pasando los atletas… Si esto hubiera pasada hace un año, posiblemente estaría buscando trabajo en este instante", escribió el ahora mariscal de campo de los Cincinnati Bengals.
El quarterback tuvo una campaña decente en el 2018 con LSU, pero gracias a sus actuaciones en el 2019, los números monstruosos que consiguió (5,671 yardas, 402 pases completos de 527, 60 touchdowns y solo 6 intercepciones), haber sido galardonado con el Trofeo Heisman y conseguir un título nacional para su universidad le permitieron ser la primera selección en el pasado draft.
Desde hace algún tiempo hay jugadores que están en la mira de scouts como Trevor Lawrence, Justin Fields, Ja'MarrChase, entre otros, gracias a sus buenas actuaciones en temporadas anteriores; sin embargo, para aquellos que no han podido mostrar todo su potencial, se juegan su última carta en su última campaña, para así demostrar sus habilidades y lograr consolidarse ante los visores de los equipos de la NFL. Sin esta oportunidad, todo recae en lo que puedan mostrar en el Combinado de Talento.
La importancia del Combinado
Ante la falta de actividad que habrá y la imposibilidad de ver el rendimiento de los jugadores colegiales, el Combinado podría tener mayor relevancia de cara al draft del 2021. Los scouts prestarán mayor atención a las actividades que se realicen en este evento.
Algunos de los contras del Combinado, es que los resultados podrían no ser un parámetro 100 por ciento real para medir el desempeño de los atletas; sin embargo, las pruebas ponen en las mismas condiciones a los jugadores sin importar la posición.
Es por eso que, ante la problemática de no tener una temporada, los organizadores tendrán que planear alguna forma de poder evaluar a los jugadores en esta semana y puedan ganarse un lugar en la NFL.
Con la falta de actividad, los scouts tendrán que evaluar a los prospectos con lo que hicieron en las temporadas pasadas y, como ya mencioné, con lo que se realice en el Combinado. Esto podría afectar en la planeación previa y análisis que realizan para tomar la decisión de quién es la mejor selección posible.
Reacción tardía
Si bien no todas las universidades o conferencias del fútbol americano colegial tienen una organización como la NFL, o cercana, para poder jugar la temporada, la realidad es que faltó demasiada comunicación y planeación.
La reacción de las conferencias, universidades y jugadores fue tardía, no hubo un plan de acción claro y a tiempo, lo que orilló a darle prioridad a prevenir contagios que arreglar una forma de poder mantenerse activos. Quizá pudieron organizar partidos solo en zonas cercanas o cambiar de conferencias, pero, insisto, no hubo una planeación correcta y una comunicación efectiva por parte de los involucrados.
Ya es muy tarde para reaccionar y de cambiar la decisión se podría poner en peligro la salud de los jugadores y sus familias, por lo que esto se tuvo que hacer desde que se especulaba una posible cancelación.
Lo mejor para los jugadores
No juzgaré si es una buena o mala decisión, pero lo que debemos pensar es en el futuro de estos atletas, que confío tendrán la oportunidad de tener un cupo en la mejor liga deportiva del mundo. Serán ellos los que deban mantenerse en forma de cara a los grandes eventos de visorías de la NFL como el Combinado y los pro days, que, como ya mencioné, tendrán mayor relevancia.
Ya sea en casa o en sus universidades, los jugadores que no tengan actividad tendrán que buscar la forma de mantenerse activos y mejorando sus habilidades; sin embargo, la NFL también tendría que hacer algo por estos chicos, como abrir más cupos para el Combinado y puedan mostrarse.
Deseo lo mejor para estas futuras estrellas del fútbol americano profesional.