SANTA CLARA, Calif. -- Si se suponía que el partido del domingo por la noche contra los San Francisco 49ers sería una vara de medir para los Dallas Cowboys, entonces la brecha entre los equipos es enorme.
San Francisco cubrió una derrota por 42-10 ante los Cowboys en el Levi's Stadium que dejó el vestuario tan silencioso como lo estuvo en enero, cuando los Niners terminaron la temporada de Dallas en la ronda divisional de los playoffs.
"No lo vi venir", dijo el mariscal de campo de los Cowboys, Dak Prescott. "Puse todo en ello y me dieron un puñetazo en la boca. Hace un par de semanas lo llamé humillación contra Arizona, pero esto puede ser lo más humillante en lo que he sido parte. Me sentí bien con la preparación y me sentí bien con todo, honestamente, al llegar a este juego, enfrentamientos, y nos ganaron en todos los aspectos".
Fue la segunda peor derrota de la carrera como entrenador en jefe de Mike McCarthy; sólo una blanqueada de 35-0 contra los New England Patriots en su primer año con los Green Bay Packers en 2006 fue peor. Fue la derrota más grande de la carrera de Prescott, remontándose a una derrota 39-9 ante los Philadelphia Eagles el 19 de noviembre de 2017, durante su segunda temporada como mariscal de campo titular de los Cowboys.
"Es un puñetazo en el estómago, una patada en el trasero, cualquiera que sea la frase que quieras ponerle", dijo McCarthy. "Hemos sido derribados, claramente. Nos ganaron en las tres fases. Lo reconoceremos claramente. Nunca he sido un tipo que quema la cinta. Creo que eso es una tontería. Vamos a revisarlo, asegurarnos de tener claras exactamente cuáles son las expectativas y asegurarnos de que les estamos dando a los jugadores lo que necesitan para tener éxito. Ellos jugaron extremadamente bien y nosotros no.
"Pensé que habíamos dado un paso como equipo. No lo vi venir. Pensé que la preparación fue buena esta semana. Pensé que tuvimos uno de nuestros mejores viernes y sábados del año. Pero es como hablamos antes: A veces tienes una gran semana de preparación y no sale tan bien. No acertamos en absoluto".
Una defensa que permitió 10.3 puntos por partido, el mínimo de la liga, durante cuatro semanas, cedió 21 puntos en seis posesiones. Una defensa que permitió dos pases de touchdown en los primeros cuatro juegos vio a Brock Purdy lanzar cuatro. Una defensa que registró 14 capturas en cuatro juegos capturó a Purdy sólo una vez. La defensa terrestre fue alcanzada para 170 yardas y dos touchdowns en 41 acarreos.
Ofensivamente, fue peor para los Cowboys. Prescott completó 14 de 24 pases para 153 yardas y un pase de touchdown con tres intercepciones antes de ser retirado con 8:47 por jugar. El corredor Tony Pollard perdió su primer balón suelto desde 2019, su año de novato, en el primer cuarto. De las 11 posesiones con Prescott como mariscal de campo, nueve de ellas duraron tres jugadas o menos.
"No preveo muchas calificaciones positivas como resultado de esta actuación", dijo McCarthy. "Creo que lo más importante para todos nosotros, y lo expresé, es simplemente ser responsables de lo que hiciste esta noche, de cómo jugaste. Tenemos que limpiar nuestra propia casa".
Los Cowboys también perdieron al apoyador Leighton Vander Esch en el último cuarto por una lesión en el cuello. El receptor KaVontae Turpin, quien anotó su único touchdown, no regresó luego de una lesión en el tobillo en el segundo cuarto. El as de equipos especiales, C.J. Goodwin, salió en la primera mitad luego de sufrir una lesión en el hombro.
"Este juego no es indicativo de quiénes somos como ofensiva", dijo el guardia izquierdo de Dallas, Tyler Smith. "Este juego no es indicativo de quiénes somos como defensa. No es indicativo de quiénes somos como equipo".
Los Cowboys regresarán a California la próxima semana para el "Monday Night Football" contra Los Angeles Chargers.
"Aún es temprano en la temporada", dijo el apoyador de Dallas Micah Parsons. "Necesito ayudar a unir a estos muchachos, y solo necesitamos mejorar. No existe tal cosa como perder. Así que esta noche aprendimos una lección. Éramos el equipo al final del palo".
Los Cowboys han perdido sus últimos tres enfrentamientos con los 49ers, incluidos dos en la postemporada.
Por décima vez desde que Jerry Jones asumió como propietario y gerente general en 1989, los Cowboys tienen marca de 3-2; tres veces no lograron llegar a los playoffs, incluido 2019.
El domingo, la brecha entre los Cowboys y los Niners (quienes junto con los Philadelphia Eagles, rivales de Dallas en la NFC Este, están invictos) parecía más amplia que nunca.
"Quiero decir, obviamente, ellos están más adelante que nosotros en este momento", dijo Prescott sobre los 49ers. "Sí, entonces tenemos que cerrar esa brecha y estar listos. Para llegar a donde queremos llegar, sabemos que vamos a tener que pasar por este equipo y lo más probable es que regresemos a este lugar".