Dallas tuvo la oportunidad de sellar su victoria en Pittsburgh antes de conseguirlo en los segundos finales
PITTSBURGH – Dak Prescott lanzó pase de touchdown a Jalen Tolbert en cuarta oportunidad de su última serie ofensiva para que los Dallas Cowboys derrotaran a los Pittsburgh Steelers este domingo por la noche.
Pero precisamente esas últimas cuatro jugadas fueron una muestra de la manera que los Cowboys y Prescott se complicaron la existencia en un juego que pudieron haber sellado de manera menos dramática.
Sí, los Cowboys tuvieron primero y gol en la yarda 4 de los Steelers con 52 segundos para tratar de ganar. Pero un tiempo fuera pedido por el entrenador Mike McCarthy, un balón suelto de Rico Dowdle, un acarreo de Prescott en el que se barrió antes y un castigo parecía que resultaban en la derrota.
Sin embargo, Prescott lanzó un pase poco preciso a Tolbert, quien apenas cruzó la zona de anotación con 20 segundos en el reloj para sacar el apurado triunfo, que nunca debió llegar a ese extremo.
Los Cowboys avanzaron 445 yardas totales, incluidas 336 por pase, a la defensiva de los Steelers, a la que también le superaron las 100 yardas por tierra (109).
La defensiva de Dallas jugó su mejor partido, sólo permitieron 226 yardas a los Steelers --incluidas 89 en la primera mitad-- y sólo tres conversiones en tercera oportunidad en todo el partido.
Pero un balón suelto en zona roja de Dak Prescott, quien en esa misma área lanzó una intercepción, ambas entregas en la primera mitad, luego de espectaculares series ofensivas, indigestaron el juego para Dallas.
Peor aún, Prescott lanzó una segunda intercepción y los Steelers le bloquearon un intento de gol de campo de 38 yardas a Brandon Aubrey, quien de esa distancia es casi automático.
Para colmo la ofensiva perdió desde el final de la primera parte al tackle izquierdo Tyron Guyton, por lo que tuvieron que mover a ese sitio a Tyler Smith, cuya posición como guardia izquierdo fue ocupada por TJ Bass.
La realidad es que funcionó mucho mejor. De las 87 yardas de Rico Dowdle por tierra, 70 fueron después del reacomodo en la línea ofensiva, que en esa segunda mitad permitió a Prescott lanzar con mucho menos presión que en la primera.
"Fue un milagro", declaró Tyler Smith. "JT [Jalen Tolbert] estaba lastimado de los […] discúlpenme por la expresión, se golpeó en esa parte la jugada anterior, no podía ni caminar. Regresó para hacer la jugada ganadora. Increíble".
La ofensiva de los Cowboys complicó todo el partido a su propia defensiva que brilló sin Micah Parsons y DeMarcus Lawrence, cuyo reemplazo, Marshawn Kneeland, salió lastimado en la tercera jugada del partido.
Esa misma defensiva, que por segunda semana tuvo que habilitar a un esquinero novato del equipo de prácticas, Amani Oruwariye, para reemplazar a Caelen Carson, lastimado de un tobillo.
El entrenador Mike McCarthy reconoció al final que no fue un triunfo bonito, aunque regresa más que satisfecho a Dallas, con marca 3-2, después de una larga jornada que incluyó más hora y media de retraso por tormenta eléctrica.
"Hay demasiadas cosas que limpiar, pero si se consideran las circunstancias, fue un buen juego para nosotros", sentenció McCarthy. "Ese equipo juega un fútbol americano físico y aprovecha errores. Nuestros muchachos supieron reponerse a la adversidad".