Después de cinco partidos de lo que parece ser otra temporada perdida, esto ya está claro: Los San Diego Chargers necesitan reconstruir. Y eso significa que por lo menos deben considerar cambiar a su quarterback titular, Philip Rivers.
Siempre es difícil recomendar que un equipo se desprenda de un quarterback de tal calibre. Ese tipo de quarterback es uno de los activos más valorados en el futbol americano. Existe una razón por la cual los New England Patriots han exportado tres generaciones de quarterback suplentes por selecciones de Draft sobre la gran carrera de Tom Brady. Aún en un equipo tan falto de talento como son los Chargers, Rivers ha llevado al equipo a ser el quinto equipo en la liga en promedio de valor ofensivo sobre la defensa tras cinco semanas.
Usted debe estar sorprendido porque hablamos de esto, luego que los Chargers han sufrido más de mala suerte que por jugar mal en el 2016. Pero, como ha sido usualmente el caso de San Diego, las lesiones han diezmado el equipo. Las estrellas Keenan Allen y Jason Verrett ambos están fuera por el resto de la temporada. Los continuos problemas en la línea ofensiva hand dejado a los Chargers con soluciones del fondo del barril como Chris Hairston y Spencer Pulley. Ya no podemos esperar el mismo nivel de rendimiento que en las primeras semanas.
Aunque San Diego salió y gastó dinero en agentes libres para mejorar el equipo, los Chargers han estado faltos de profundidad por algún tiempo. Las selecciones del gerente general Tom Telesco en los últimos años han estado minadas, con selecciones como Melvin Gordon, Manti Te'o y D.J. Fluker, quienes no han provisto buenas ganacias en la inversión. Fluker tuvo que ser cambiado a guardia interno, Te'o es un linebacker de los 90 atrapado en los 2010s en términos de habilidad de cobertura, y Gordon promedia apenas 3.4 yardas por acarreo en su carrera.
Las selecciones que han sido certeras, incluyendo a Verrett y Allen, han sufrido lesiones. La clase de selecciones de 2016 podrían ofrecer un poco de esperanza dado el buen debut de Joey Bosa, pero entre la falta de talento, el hecho que el resto de la división ha arrancado bien y los errores tarde en los partidos del entrenador Mike McCoy, el año ha sido un fracaso. Los Chargers no están a una temporada de ser contendientes: Han estado intentando eso desde el 2009 y todo lo que han logrado es una temporada de playoffs con marca de 9-7.
¿Por qué salir de la era de Rivers sin haber ganado? Es mejor aprovechar la coyuntura y recibir un buen paquete de selecciones del Draft por él. De esa manera, los Chargers estarían haciéndole un favor a Rivers al permitirle competir en otro lugar y se estarían preparando para un mejor futuro.
Para nosotros, hacer un cambio dentro de la temporada haríar que los Chargers pudieran recibir un buen retorno por su inversión. Los Philadelphia Eagles pudieron obtener una selección de primera ronda y una selección de cuarta ronda condicionada por Sam Bradford en la cima de su valor. Y, más sonado, los Cincinnati Bengals adquirieron selecciones de primera y segunda ronda por Carson Palmer de los Raiders, a pesar que Palmer estaba extraoficialmente retirado en aquel entonces. No habría un descuento por Palmer ahora mismo: los Chargers estarían en posición de pedir aún más.
Además, voy a asumir que se reestructuría el contrato de Rivers como parte de un cambio, y con San Diego que ya batalla con el tope salarial, los Chargers no estarían asumiendo los $18 millones de dólares en bonos futuros en sus libros.
ALGUNOS CAMBIOS BUENOS PARA CHARGERS
CON DENVER: Por Trevor Sieman, Paxton Lynch y futuras primera y segunda selecciones.
CON WASHINGTON: Por Kirk Cousins y dos futuras primeras selecciones.
CON JACKSONVILLE: Por Blake Bortles y futuras primera y segunda selecciones.