SAN DIEGO -- Los Angeles Rams y los Chargers tuvieron una temporada tan desastrosa en 2016, que ambos equipos despidieron a sus coaches: Jeff Fisher y Mike McCoy, respectivamente.
Y para ambas franquicias, no hay hacia donde más ir que hacia arriba.
De cualquier forma, un equipo está más cerca de alcanzar la postemporada que el otro y eso podría jugar un papel importante en qué organización toma ventaja en la carrera por ganar el corazón de los aficionados de la NFL en Los Angeles.
Y ese equipo son los Chargers, por un par de razones.
Uno puede comenzar con el simple hecho de que los Rams no han estado en Playoffs en 12 temporadas (2004), mientras que los Chargers llegaron a esa instancia recientemente, en 2013.
Y luego, hay que evaluar la posición más importante en el campo: el quarterback. Los Chargers tienen a un veterano, pero aún muy talentoso Philip Rivers, quien liga 176 partidos consecutivos como titular en temporada regular y suma cinco viajes al Pro Bowl.
Se espera que los Rams vayan de la mano de Jared Goff, la primera selección global del Draft del año pasado y quien inició su primera temporada regular en la banca y terminó con marca de 0-7 como titular.
Sin duda, Goff es talentoso, pero al nuevo coach de los Rams, Sean McVay, le tomará tiempo desarrollar al pasador.
Los Rams tienen una defensiva rápida y físicamente retadora, además de uno de los mejores corredores de la NFL en Todd Gurley, pero tendrán que sufrir el proceso de aprendizaje de Goff y eso significa sufrir más derrotas en el futuro.
Los Chargers promediaron 26 puntos por juego en 2016 y tienen con qué poner muchos puntos en la pizarra en 2017. Los aficionados de Los Angeles podrían ir al estadio con la idea de que la ofensiva del equipo al que apoyarán llegará a la zona final con frecuencia.
Junto con Rivers, los Chargers tienen a un corredor de élite en Melvin Gordon, un receptor principal en Keenan Allen y un dúo de talentosos alas cerradas en Antonio Gates y Hunter Henry.
Defensivamente, los Chargers cuentan con dos talentosos esquineros en Jason Verrett y Casey Hayward y una joven y mejorada defensiva encabezada por el ala Joey Bosa, el tackle nariz Brandon Mebane y el linebacker interno Jatavis Brown.
Los Chargers tuvieron ventaja en la pizarra en 15 de sus 16 juegos la temporada pasada, incluidos seis en los que estuvieron arriba en el último cuarto, pero que perdieron.
Desde la temporada de 2015, los Chargers tienen marca de 7-17 en juegos decididos por ocho o menos puntos.
El objetivo del nuevo coach de los Chargers, Anthony Lynn, será crear un régimen diario de práctica que disminuya el riesgo de lesiones para los jugadores, hacer un mejor trabajo que McCoy en el manejo de situaciones de juego e inyectar confianza a un equipo que falló para finiquitar juegos en 2016.
Si Lynn consigue esto, los Chargers competirán por un lugar en Playoffs y darñan un paso hacia la creación de un nicho en el ultracompetitivo mercado deportivo de Los Angeles.