Una serie investigativa de The Boston Globe reveló que el ex ala cerrada de los New England Patriots, Aaron Hernández, quien se suicidó en la cárcel el año pasado, fue víctima de abuso sexual cuando era un niño.
La información no divulgada previamente provino del "Spotlight Team" del Globe como resultado de entrevistas, miles de registros de la corte y del gobierno, y mensajes de texto, correos electrónicos e imágenes que Hernández envió y recibió mientras estaba en una prisión de Massachusetts, donde cumplía una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional por el asesinato de su amigo Odin Lloyd.
La serie de seis partes del periódico, cuya primera entrega se publicó el sábado, incluía detalles sobre la infancia, la sexualidad y el uso de drogas de Hernández. Entre ellos:
• Hernández y su hermano, Jonathan, fueron golpeados a menudo por su padre, Dennis, mientras crecían en Bristol, Connecticut. Las palizas a veces estaban relacionadas con los problemas de bebida de Dennis Hernández.
• Aaron Hernández comenzó a fumar marihuana en la escuela secundaria con un compañero de equipo antes de la escuela, antes de la práctica de fútbol y después de los partidos.
• El compañero de equipo, Dennis SanSoucie, le dijo al Globe que tenía una relación sexual con Hernández en la escuela secundaria y preparatoria y que los dos intentaron ocultarlo.
• Jonathan Hernández le dijo al Globe que Aaron Hernández reveló más tarde en su vida adulta que había sido molestado cuando era niño. Uno de los abogados de Aaron en su caso penal también dijo que Aaron le habló de abuso sexual cuando era niño. Ninguno de los dos estaba dispuesto a identificar al perpetrador al Globe.
• Aaron Hernández era cercano a su prima Tanya Singleton, y se sintió devastado cuando supo que su madre, Terri, estaba en una relación romántica seria con el esposo de Singleton, Jeff Cummings
.
El informe del sábado incluía información obtenida de grabaciones de casi 300 llamadas telefónicas que Hernández hizo desde la cárcel durante un período de seis meses.
Hernández fue encontrado colgado de una sábana en su celda el 19 de abril de 2017, solo unos días después de que fue declarado inocente de dos cargos de asesinato de dos hombres en un tiroteo desde fuera de un club nocturno de Boston cinco años antes.