EAGAN -- En medio del ruidoso vestuario de los visitantes en New Orleans, los Minnesota Vikings festejaban la victoria en tiempo extra. De pronto, el entrenador Mike Zimmer tomó el balón con el que se había disputado el encuentro y se lo dio al quarterback Kirk Cousins.
"¿Qué se siente ganar un partido de playoffs?", le preguntó Zimmer a Cousins.
La respuesta era evidente, tras un triunfo por 26-20 que eliminó a los favoritos New Orleans Saints.
Cousins cumplió con su misión para acallar a quienes permanecían escépticos sobre su capacidad para resolver un partido en el momento clave. Brindó un encuentro inteligente, sin regalar balones, y superó a su consagrado rival Drew Brees.
"Con toda la retórica negativa que se dirige a él todo el tiempo por esto o por aquello, pienso que era momento de decirle a mucha gente que [Cousins] es nuestro hombre", dijo Zimmer.
Con un pase completo a Stefon Diggs en tercer intento, un largo envío a Adam Thielen y el pase para que Kyle Rudolph lograra el touchdown de la victoria, Cousins ha colocado a Minnesota en el partido de la ronda divisional, ante San Francisco.
Y protagonizó su mejor encuentro a la fecha con los Vikings.
"Hay un montón de razones por las que ganamos el partido", consideró Cousins. "¿El quarterback tiene que ver con eso? Sí, pero fue una victoria de todo el equipo".
Comenzando con Zimmer, quien debió también soportar críticas antes del domingo. Durante la semana previa, varios medios nacionales habían advertido que una paliza ante Nueva Orleáns podría derivar en el despido del entrenador o incluso en un canje por parte de los Vikings.
El estratega de 63 años, quien mejoró a 2-2 su foja en postemporada a lo largo de seis años con el equipo, no pudo ocultar sus emociones durante una entrevista con NFL Network. El entrevistador era su antiguo pupilo, Deion Sanders, el cornerback retirado y entronizado en el Salón de la Fama.
"Soy el tercer entrenador con más triunfos en la historia de los Vikings y tengo que escuchar esto", dijo Zimmer.
El entrenador logró que su equipo contara con la preparación y la confianza para enfrentar a los Saints. Pero destacó incluso más por su estrategia defensiva, que frenó el ataque aéreo encabezado por Brees y por el receptor Michael Thomas.
Zimmer consideró que éste ha sido uno de los mejores partidos en su carrera en ese aspecto, desde la doble cobertura a Thomas hasta el movimiento frecuente de los defensivos Danielle Hunter y Everson Griffen para que intensificaran la presión contra los guardias.
Minnesota despojó de dos balones a unos Saints que impusieron un récord de la NFL, con apenas ocho ovoides regalados en la temporada.
Ahora, los Vikings deben concentrarse rápidamente. Los San Francisco 49ers, primeros de la Conferencia Nacional en la campaña regular, los esperan el sábado.
"Oigan, es la postemporada", dijo Zimmer. "Esto es sólo para los grandes".