KANSAS CITY -- Dustin Colquitt entró en las instalaciones de entrenamiento de los Kansas City Chiefs hace 15 años, como una selección de tercera ronda procedente de Tennessee. Era un pateador de despeje con una gran pierna y unos antecedentes familiares incomparables.
Terminó estableciendo varios récords de franquicia, incluida la mayor cantidad de partidos disputados y más apariciones en postemporada.
La etapa de Colquitt está llegando a su fin. Los Chiefs dieron de baja al pateador, dos veces seleccionado al Pro Bowl, después de que firmaron a un par de prospectos que competirán por el puesto en los campamentos de entrenamiento.
“Disfruté mi tiempo en el reino de los Chiefs”, escribió en Instagram Colquitt, quien cumplirá 38 años el próximo mes. “Todo llega a su fin, muchas veces antes de lo que esperabas, rezabas o pedías”.
Colquitt no dijo si se retirará, lo que le ahorraría dos millones de dólares a los Chiefs respecto del tope salarial. Está en condiciones de recibir un bono de dos millones de dólares por entrenamientos. Habría 650,000 dólares en espacio “muerto” respecto del tope salarial, en momentos en que se preparaba para cumplir el último año de su contrato.
“Extrañaré entrar al edificio y oler el café, hablar con todos”, siguió Colquitt. “Durante mucho tiempo conocí a algunas de las personas más cariñosas con las que pude trabajar. Era un chico cuando llegué primero a Arrowhead. Las instalaciones bajo techo eran de 70 yardas de largo. Mantener esta posición por 15 años ha sido un honor que nunca di por hecho. Gracias KC.
Rara vez los equipos utilizan una selección de tercera ronda en un integrante de los equipos especiales. Pero raro es una palabra que describe muy bien a Colquitt.
Fue requerido para despejar 1,124 ocasiones, para ubicarse N° 15 en la NFL, y su promedio de 44.8 yardas lo deja entre los primeros 25.
Su tiempo con los Chiefs sólo iguala el de Jerrel Wilson, quien despejó para el equipo entre 1963 y 1977, el periodo más largo en la historia de la franquicia. Sus 238 partidos superan los acumulados por Will Shields, integrante de la línea ofensiva la pasada campaña, para la mayor cantidad de cualquier jugador de Kansas City.
Doce de esos partidos fueron en postemporada y la última aparición de Colquitt con el uniforme de los Chiefs fue en febrero, cuando les ayudó a ganar su primer Super Bowl en cinco décadas.
En el camino Colquitt se ganó la reputación de ser encantador y favorito de la afición, con gran profesionalismo.
Colquitt viene de una familia que sobresalió en su posición. Su padre, Craig fue parte de dos equipos campeones del Super Bowl y su hermano, Britton sigue siendo pateador tras ganar el título con Denver en 2015. Su primo, Jimmy también tuvo una breve carrera en la NFL.