Cuando se habla del futuro del ahora dos veces Jugador Más Valioso del Super Bowl, solo queda dejar volar la imaginación
¿Cuál es el techo de Patrick Mahomes y la ofensiva de los Kansas City Chiefs?
Todavía no sabemos.
La única certeza es que, después de seis temporadas completas en la NFL, dos anillos de Super Bowl, dos premios como Jugador Más Valioso del Super Bowl, y dos premios como Jugador Más Valioso de temporada regular, estamos todavía lejos.
Es difícil explicar la victoria de los Chiefs en el juego a partir, solamente, de lo que mostraron los Philadelphia Eagles en el Super Bowl LVII.
Su contraparte, Jalen Hurts, entregó un partido magnífico, con 304 yardas y un touchdown por aire, tres touchdowns y una conversión de dos puntos por tierra. Su único pecado fue un balón suelto que llegó con un precio altísimo: fue devuelto 36 yardas hasta el touchdown por el linebacker Nick Bolton.
Sin embargo, durante la primera mitad, Philadelphia era dueño absoluto del juego en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona.
Para empeorar todavía más el panorama de Kansas City en ese momento, Mahomes sufrió una torcedura en el tobillo --el mismo en el que sufrió un esguince en la parte alta del tobillo durante la Ronda Divisional-- justo antes del entretiempo. La expresión de dolor en la cara del quarterback fue suficientemente dramática para preocupar a toda la afición de Kansas City.
Al mismo tiempo, y gracias al touchdown de Bolton, los Chiefs seguían con vida. Y eso, nada más, es lo único que necesitó Mahomes esta noche.
Los números de Mahomes en la segunda mitad fueron prácticamente perfectos. Ayudado por un largo medio tiempo --como es usual durante cualquier Super Bowl, gracias a los espectáculos del medio tiempo--, Mahomes pudo recuperarse para brillar con incandescencia en la segunda mitad.
Solamente tuvo un pase incompleto en el segundo medio, un envío del que se deshizo para evitar una mala jugada, y lanzó dos de sus tres envíos de touchdown del encuentro en el cuarto periodo, uno para el novato Skyy Moore --quien no había anotado en toda la campaña-- y uno para Kadarius Toney.
Ciertamente, los nombres de Moore y Toney no cargan el mismo peso que un Tyreek Hill, ahora jugador de los Miami Dolphins. No importa. Entre la efectividad de Mahomes en la ejecución, y el ingenio del head coach Andy Reid en el diseño de jugadas, los Chiefs se reinsertaron en el juego y le dieron la vuelta a un partido que, ante casi cualquier otro rival, ya hubiera estado perdido.
Por si fuera poco, Mahomes logró una de las jugadas más importantes del encuentro en la segunda mitad. Y, no lo hizo con el brazo. En primera oportunidad desde la yarda 43 de Philadelphia, un presionado Mahomes escapó por el interior para recorrer 26 yardas terrestres y dejar a los Chiefs en zona roja justo antes de la pausa de los dos minutos. Las condiciones de su tobillo lastimado en ese momento del juego subrayan la valentía del quarterback en la jugada.
Con el partido empatado en ese momento, el resto del camino fue prácticamente trámite. Los Chiefs exprimieron el tiempo restante en el reloj de juego, salvando únicamente lo requerido para que Harrison Butker, quien había errado un gol de campo en la primera mitad, convirtiera su patada desde la yarda 9 de los Eagles para poner números finales, 38-35.
Por segunda ocasión en su carrera, Mahomes fue designado Jugador Más Valioso de un Super Bowl y, a diferencia de la edición LIV del gran juego, aquí no queda mucho debate sobre quién era el merecedor del galardón.
¿Qué sigue para Mahomes en la NFL? Bueno, lo lógico --y considerando su trayectoria hasta el momento--, es hablar de más triunfos, más récords, y más momentos memorables. Porque, si nadie había logrado lo que él en sus primeras seis temporadas de NFL, se puede dejar volar la imaginación.