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Así ha sido el atípico camino de Anthony Richardson hasta la NFL

El potencial quarterback franquicia de Indianapolis ha ascendido a los niveles más altos de la posición sin las ventajas que han asistido en el crecimiento de sus pares


WESTFIELD -- Bryce Young seguía siendo un impresionable chico de secundaria cuando un viaje a un campamento de fútbol americano a Texas Tech condujo a un resultado inesperado.

El primer recluta global del Draft 2023 de la NFL apenas estaba en el octavo grado, pero famosamente dejó Lubbock con una oferta de beca de Kliff Kingsbury, entonces el head coach de los Red Raiders.

No es una historial totalmente exclusiva para Young, tampoco. El desarrollo de los quarterbacks contemporáneos tiende hacia elementos cada vez más jóvenes, con la proliferación de campamentos para pasadores y coaches privados ahora una ocurrencia común entre pasadores de élite de preparatoria.

Luego, está el caso de Anthony Richardson.

El recluta de primera ronda y potencial quarterback franquicia de los Indianapolis Colts ha ascendido a los niveles más altos de la posición sin las ventajas que han asistido en el crecimiento de tantos de sus pares.

"Todos tienen su propio viaje", describió Richardson. "Reconocimiento a aquellos por tener esos recursos y explotarlos. Pero, no sabía mucho de eso. Yo solo estaba jugando al fútbol americano porque amaba jugar al fútbol americano. Ni siquiera sabía que había esos campamentos y todos esos especialistas en técnica".

Combinen eso con el hecho de que Richardson inició durante solo una temporada universitaria para Florida, y el contraste entre su camino y aquel de otros quarterbacks jóvenes luce más drástico.

Para ponerlo de manera simple, el punto de arranque de Richardson es diferente porque sus años formativos como quarterback también han sido diferentes. Pero, hay otro lado a esa moneda: también significa que, a futuro, la capacidad de rápido crecimiento de Richardson es significativa.

"No estaba en posición de hacer todas esas cosas. Es un chico que viene de nada, realmente", declaró el gerente de negocios de Richardson, Vernell Brown, quien lo ha conocido desde la adolescencia y fue parte del staff de Florida durante el tiempo de Richardson en Gainesville.

"Simplemente estaba allí afuera haciéndolo porque ama al fútbol americano. No era un chico haciéndolo solo por hacerlo. Y, no lo hizo por el reclutamiento. No lo hizo por nada de eso. Lo hizo porque ama el juego. Ahora, tomas a este chico que es, además, un chico súper inteligente, y no es cuestión de si, sino de cuándo. Y, pienso que eso va a suceder mucho antes de lo que muchos esperan".

El camino de Richardson es uncluso más único considerando que inicialmente fue un receptor abierto para la Eastside High School de Gainesville hasta que el coach Cedderick Daniels reconoció que su explosivo elemento podría hacer más bajo centro.

"Era probablemente el chico más dinámico que teníamos a la ofensiva", señaló Daniels, quien ahora dirige en la cercana Hawthorne. "Entonces, para mí, es como, 'Es el mejor receptor que tenemos en su momento, entonces probablemente lo necesito como receptor'. Tenía un chico allá que podía lanzar y hacerle llegar el ovoide. Y luego, en la segunda mitad, si necesitábamos una chispa, lo poníamos [a Richardson] de quarterback y podía entrar y crear".

Richardson realizó en primera instancia el movimiento de manera permanente en su segundo año, y le fue bien en su nuevo rol. Pero, Daniels intencionalmente mantuvo las cosas simples para Richardson, empleándolo en un rol de amenaza doble al estilo Cam Newton que enfatizó la velocidad y fortaleza de Richardson más que algún sistema sofisticado.

"El modo en que lo consideramos", de acuerdo a Daniels, "era enfocarnos en lo básico".

De cierto modo, eso podría ser considerado como algo negativo dado el volumen de conceptos y esquemas que requerirá dominar Richardson en Indianapolis. Pero, Daniels presenta un contraargumento sólido de que, cualquier mal hábito que Richardson podría tener, no está tan arraigado como alguien que ha jugado la posición desde la primaria.

"Es más sencillo quitarle a un chico así los malos hábitos, que a un chico que ha estado bajo la tutela de tantas personas diferentes, una y otra vez, desde que tenía 8 años de edad", subrayó.

Por supuesto, nada de esto importaría si Richardson no fuera diligente con su preparación. Pero, las observaciones iniciales resultados iniciales del campamento de entrenamiento indican que eso no es problema.

"He quedado muy impresionado con él", notó el guardia Quenton Nelson. "El modo en que llega al edificio todos los días, y simplemente su ética de trabajo y personalidad en la reunión previa a la jugada --para ser novato-- me ha impresionado mucho. El crecimiento que he visto desde [el programa de receso de campaña] hasta ahora, podías ver que, en el tiempo del receso de temporada, estuvo en casa, estaba estudiando, estaba trabajando en el mando de jugadas. Estoy realmente contento con el lugar donde se encuentra".

El centro Ryan Kelly, quien ha trabajado con un desfile de quarterbacks titulares en sus siete campañas en Indianapolis, describió la transformación de Richardson de cara al campamento de entrenamiento "muy notable".

Kelly agregó, "Sea que se trate solo de verbalizar las llamadas o ver los ajustes o sentir la presión, diría que la administración general del juego realmente ha mejorado. ... Ha hecho un trabajo increíble".

Eso no significa que el camino ha sido linear para Richardson. Por momentos, la inconsistencia que mostró en Florida ha aparecido en Indianapolis, también. Ha menudo, ha seguido prácticas impresionantes con unas decepcionantes, como el jueves errático (completando 5 de 12 pases en trabajo 11 contra 11). Eso llegó después de que Richardson rostizara a la defensiva de los Colts en días previos.

El sábado, en la apertura de pretemporada de los Colts, Richardson obtuvo la titularidad, y luego de lanzar una intercepción en su tercer intento de pase, Richardson se armó dos largas series para cerrar su periodo de actividad. Terminó con 7 de 12 completos para 67 yardas.

El ajuste a la NFL, Richardson dijo, "es un desafío. Me dicen que estoy haciendo un buen trabajo, pero siempre espero un poco más de mí mismo".

Pero, la verdad es que Richardson fue y es un prospecto en crudo. Fue la mayor interrogante respecto a él durante el proceso previo al draft, y necesitará seguir demostrando que puede ser el jugador que los Colts proyectan que sea.

Sus coaches le están pidiendo hacer cosas a las que no está acostumbrado. Un ejemplo: mandar audibles en la línea de golpeo para responder a ajustes defensivos.

"Muchas cosas son nuevas en su mundo, y tenemos que tener las repeticiones con él para ver si podemos mejorarlas", describió el coordinador ofensivo Jim Bob Cooter.

Richardson está haciendo lo mejor que puede para recuperar el tiempo perdido, convirtiéndose en pupilo de coaches privados de quarterbacks como Will Hewlett y Denny Thompson en Florida (el par ha trabajado con el quarterback de los Colts, Gardner Minshew, y Brock Purdy de los San Francisco 49ers). Esos esfuerzos, combinados con el estudio extra que invierte en el libro de jugadas y la estricta instrucción que recibe, aceleran el desarrollo de Richardson.

Para Richardson, todo ahora es una educación. Con reporteros esperando su actualización semanal después de una reciente práctica, Richardson demoró en llegar al micrófono. Seguía sobre el terreno de juego, discutiendo de la acción del día con compañeros y coaches.

Un pequeño ajuste aquí o allá podría servir de mucho, aprende Richardson. Todo es parte de expandir los horizontes del joven quarterback.

"Honestamente", expuso, "el juego empieza a ser más lento para mí".