Un recuento en pimera persona de aquella mágica postemporada en Detroit de hace 32 años
(Nota del editor: Esta historia se publicó originalmente el 18 de enero del 2022)
DETROIT -- Los “Bad Boy” Detroit Pistons habían ganado recientemente títulos consecutivos de la NBA en 1989 y 1990.
El activista de derechos civiles, Nelson Mandela, había visitado hace poco a Detroit, luego de pasar casi tres décadas en prisión.
Un adolescente Jalen Rose --luego de haber liderado a la Detroit Southwestern High School a campeonatos estatales consecutivos de Clase A-- recién llegaba al campus de la Universidad de Michigan para ayudar al nacimiento del famoso 'Fab Five'.
Pero, el corredor súper estelar de los Detroit Lions, Barry Sanders, era de quien más se hablaba.
Se trata de Motown, durante la campaña de los Detroit Lions en 1991.
Sanders estaba en su tercera temporada y lideró a la NFL en touchdowns terrestres (16) y yardas terrestres por juego (103.2). Después de dos temporadas perdedoras, tenía un equipo alrededor para ayudarle a capitalizar sobre su talento generacional.
Los Lions venían de imponer una marca de la franquicia con 12 victorias, pero no fue una temporada sin tristeza. El liniero ofensivo Mike Utley sufrió una lesión de espina dorsal durante un encuentro de la Semana 12 frente a Los Angeles Rams y quedó paralizado. Utley sería sacado del campo en camilla, pero no sin antes mostrar la icónica señal de pulgar arriba a aficionados y compañeros, quienes sacaron el triunfo para él.
Todos esos eventos conducirían al domingo 5 de enero de 1992: los Dallas Cowboys visitaron el Pontiac Silverdome, con los Lions recibiendo un partido de playoffs por primera ocasión desde 1957.
El partido también fue la última victoria de playoffs para la franquicia, antes de la actual postemporada, donde Detroit ha superado en casa a los Rams y Tampa Bay Buccaneers, en duelos de Ronda de Comodines y Ronda Divisional, respectivamente. Se trataba de la sequía más larga entre victorias de postemporada en la NFL, después de que los Cincinnati Bengals se impusieran a Las Vegas Raiders en la Ronda de Comodines de hace dos años.
Así es como se recuerda aquel día, hace 30 años, cuando Detroit era el epicentro del mundo del fútbol americano, ganándose un boleto al Juego de Campeonato de la NFC, partido en el que reaparecerán el próximo fin de semana.
Chris Spielman, linebacker de los Lions: Entrando al partido, recuerdo conducir alrededor de la ciudad. Yo estaba allí para las fiestas, y todo era emoción. No solamente la emoción natural que llega con la Navidad y Año Nuevo y todo eso, pero la emoción que todos sentían respecto a los Lions. Me recuerda cuán hambrienta está esta ciudad y cuánto lo desean nuestros fans y cuánto se involucran en ello. Todo tenía que ver con los Lions. Todo.
Jalen Rose, jugador retirado de la NBA y nativo de Detroit: '91 fue el año en que me gradué de la preparatoria. Entonces, yo era un McDonald’s All-American, un campeón de la ciudad y del estado, y por supuesto gran fanático a los Lions fan. Pero, antes de que los juegos se transmitieran por DirecTV y todas esas cosas, los partidos grandes eran en televisión nacional, y luego el Clásico de Día de Acción de Gracias. Entonces, lo que sucedió fue que mientras mirábamos a los Lions, nos empezábamos a familiarizar con jugadores de otros equipos, en particular los Cowboys. Y yo jugué fútbol americano en la primaria y secundaria. Entonces, yo era un ala defensiva, y solía imaginar que era Ed 'Too Tall' Jones. Intentaba aplastar a los chicos. Los Cowboys eran el 'Equipo de América'. Aunque nunca me bajé del barco, parecía que los Cowboys eran el equipo que siempre desee fueran los Lions.
Bill Keenist, director de relaciones públicas de los Lions: Tuvimos una demanda increíble de los medios para cubrir aquel partido. Obviamente, se trataba de Dallas, y entonces nos convertimos, al menos, el favorito sentimental por lo ocurrido con Mike, a lo largo del país, y tuvimos una enorme demanda de los medios y debimos construir asientos temporales para medios en una cabecera del Silverdome. Entonces, a lo largo de la semana, todos los reporteros nacionales llegaron y la demanda fue un poco abrumadora.
Barry Sanders, corredor de los Lions: Fue un gran asunto. Mucho había sucedido en aquella campaña por la lesión de Mike Utley. Eso realmente me sacudió y a mis compañeros. Entonces, estábamos sacudidos, pero nos montamos en una racha ganadora. Ganamos todos nuestros partidos en casa ese año. Fue una gran cosa que los Cowboys venían de visita.
Herman Moore, receptor abierto de los Lions: Estaba simplemente repleto. Con Ford Field, la gente que va allí sin haber experimentado nunca el Silverdome, nunca lo sabrá. El estacionamiento, llegar conduciendo y ver este mar de gente aplaudiendo y vitoreando en la entrada cuando llegas en tu propio vehículo, y empiezan a reconocerte para ese momento. Sabías que llegabas a un sitio especial.
El plan de juego de Dallas era simple: frenar a Sanders. Entonces, los Lions atacaron con pases cortos, con el quarterback suplente Erik Kramer jugando en lugar del titular Rodney Peete, quien había sufrido una lesión en el tendón de Aquiles en contra de Dallas antes en la temporada.
Lomas Brown, liniero ofensivo de los Lions: Entrando a ese juego, estábamos muy, muy confiados, y teníamos un gran plan de juego contra ellos. Usábamos el pase como carreras, algo en lo que era muy bueno el quarterback Erik Kramer. Entonces, los pases cortos, las rutas diagonales, las rutas hacia el exterior, lanzando al backfield. Erik estuvo fino en ese juego. Digo, nos los comíamos con pases cortos que avanzaban 5, 6, 7 yardas, y eso nos permitió ser un poco más agresivos frente a la línea defensiva de Dallas.
Erik Kramer, quarterback de los Lions: Yo había estado trabajando con un psicólogo deportivo, D. Kevin Wildenhaus, quien me ayudó con visualizaciones e imágenes mentales y escenarios.
Era una especia de pequeña guía mental que realmente me permitió relajarme a lo largo de un partido. Entonces, lo que recuerdo es llegar muy calmado y tratar el juego como cualquier otra práctica, realmente, y el frenesí de ese día en el Silverdome, realmente no lo noté, para ser honesto. Antes de que yo saltara al campo, antes y después del entrenamiento, yo y [el receptor abierto] Willie Green trabajábamos en muchas cosas, y a lo largo del tiempo se volvió algo muy cómodo para cuando llegó el encuentro de playoffs. Realmente, no recuerdo que hayamos corrido mucho el ovoide ese día.
Wayne Fontes, head coach de los Lions: Dallas llegó al encuentro y dijeron que iban a detener a Barry Sanders. Esa era su meta, porque en todas las jugadas tenían a ocho hombres en la caja. Nosotros teníamos a Herman Moore, Willie Green y Brett Perriman. Teníamos a tres buenos receptores. Entonces, ellos decían "Vas a tener que lanzar para vencernos", y recuerdo que mi coordinador [Dave Levy] se acercó conmigo y me dijo "Coach, ellos tienen ocho en la caja todo el tiempo", y yo le dije, "Bueno, sigue lanzando". Entonces, seguimos lanzando el balón a Herman y Brett y Willie. Estábamos completando pases por todo el campo.
Spielman: El partido no fue cerrado, pero nunca aflojamos. En la NFL, a veces cuando hay partidos así, ves aflojando a los equipos, y siempre hay un regreso, pero nunca llegó a ese punto. Todo estaba haciendo click. Ofensivamente y defensivamente. [El quarterback de los Cowboys, Troy Aikman] intentó un pase 'Ave María' al final de la primera mitad y fui capaz de saltar y quedarme con una intercepción, que es bastante genial tener una intercepción de playoff.
Fue uno de esos juegos raros donde ni siquiera recuerdo haber intentado recuperar el aliento. No sé por qué. Solo era extraño. Sentía que podía correr todo el día y golpear lo que se moviera, pero toda nuestra defensiva sintió lo mismo. Pero, lo más importante que, por ese momento, era tan grandioso estar en un equipo en el que todos jugaban para los demás y no para sí mismos. Fue divertido.
Para el medio tiempo, los Lions tenían una ventaja de 17-6 a pesar de cuatro acarreos para 8 yardas de Sanders. Kramer despedazó a la defensiva de los Cowboys, completando 18 de 22 envíos para 195 yardas y un pase de anotación de 31 yardas para Green en el cuarto inicial. La otra anotación de Detroit llegó de una intercepción devuelta 41 yardas por Mel Jenkins y un gol de campo de 36 yardas del pateador Eddie Murray.
Fontes: Entramos al vestidor y mi asistente administrativo se aproxima a mí y me dice, "¿Sabes que Barry solo ha tocado el ovoide cuatro veces en toda la primera mitad?", y le respondí, "Bueno, estamos ganando el partido". Entonces, entramos al vestidor y todos están alistando sus uniformes. Todos querían lucir bien para la segunda mitad. Entonces, me acerco a Barry y le dije "¿Cómo te encuentras?". Me respondió, "Grandioso, coach". Le expliqué, "Sé que no tenemos dado el balón tanto, pero tenemos tanto en marcha con el juego aéreo". Me respondió, "Coach, no se preocupe por eso. Estamos ganando este partido y eso es lo más importante". Le dije, "tienes toda la razón".
Sanders: Ellos hicieron un buen trabajo de frenarme durante la mayor parte del partido.
Kramer: seguimos lanzando pases simples, realmente, pero ellos nunca se acercaron a presionar; ellos nunca cambiaron la cobertura. Nunca pasaron a un Cover 2; nunca pasaron a un Cover 1; ellos no hicieron nada. Era como, si es lo que vas a hacer, entonces esto es lo que nosotros vamos a hacer.
Moore: Justo en la esquina de las diagonales, iba en contra de [Kenneth] Gant, quien era un esquinero muy físico, más bajito. Y, solo recuerdo que el tipo era demasiado agresivo. Realmente, me enfoqué en atacarlo. Dije, "Saben qué, lo voy a trabajar", porque no creo que hubiera respeto allí, y no había por qué haberlo en ese momento, porque yo era un novato. Solo quería hacer mi parte y dije, "Cualquier cosa que vaya en mi dirección, lo atraparé", El primer pase que lanzó, creo que pasó por encima de mi cabeza. Era un intento en la zona de anotación, y entonces regresé al equipo y le dije, "Erik, solo bájala y cerciórate de que pueda ponerle las manos". Tiro un pase bombeado perfecto, y recuerdo saltar, ni siquiera lo tuve que guardar, lo atrapé sobre él en las diagonales. Sacudí mi cabeza, porque dije, "¿Saben qué? No puede ser tan fácil".
Participando en su primer juego de playoffs, Sanders no había sido capaz de escaparse. Eso cambió con 7:56 por jugar en el último periodo, cuando logró una de las mejores carreras en su trayectoria, una escapada de 47 yardas para touchdown que dejó a un número de Cowboys sacudiendo la cabeza en escepticismo.
Fontes: Entonces, salimos para la segunda mitad y es lo mismo. Ellos no dejan de meter ocho a la caja, y ahora estamos arriba 31-6. Entonces, voy con mi coordinador ofensivo y le dije, "Mira, Barry ha tcado el balón solo cinco o seis veces. Vamos a darle el balón". Entonces, le dimos el balón a Barry, y realizó el mejor acarreo en la historia del fútbol americano. Un tipo de la defensiva falló tres veces, y otro tipo, lo hizo girar como trompo. Luego, escapó casi 50 yardas para touchdown, y mientras sale del campo, estoy riendo. Voy con mi coordinador ofensivo y le dije, "Te digo que solo hay que darle el balón a Barry."
Tony Casillas, tackle defensivo de los Cowboys: Lo veo todo el tiempo en esos conteos de los mejores 10 acarreos, y soy el tipo que resaltan. Corre junto a mí. Me doy la vuelta, y me quedo como, ¿Qué diablos?". Le digo a la gente que Barry hizo eso a muchas personas. Nos dimos por vencidos porque el juego estaba acabado. Entonces, fue un momento loco de mi carrera y obviamente una de sus mejores jugadas, haciendo que alguien luciera como estúpido, toda nuestra defensiva, pero todo bien.
Sanders [quien había brillado para Oklahoma State]: Ey miren, Tony Casillas, él es de la Universidad de Oklahoma. Siendo eso, es todo lo que se podía ver, a nivel colegial, en mi casa, así que estaba muy al tanto de él. Y él jugó en esas grandes defensivas con Brian Bosworth y Rickey Dixon, así que estaba muy al tanto de Tony Casillas.
Fue una jugada por fuera del tackle. Y fue una de esas cosas donde sabía que, cualquiera que fuera el cuarto, y después de correr las veces que fueran, ellos tenían una defensiva buena, joven y rápida. No sé cuántas yardas logramos en el juego aéreo, pero Herman y esos chicos lograron un buen día, y Tony era un gran tackle defensivo y guardia nariz.
Fue simplemente una de esas cosas donde, finalmente, encontré algo de luz del día, y realmente entregué a los aficionados en el Silverdome mucho de lo que habían estado esperando. Pero, voy hacia el tackle por derecha, afortunadamente, reboté contra alguien, y luego parecía que me iba a poder derribar, pero en lugar de abrazarme, fui capaz de rebotar de él y encontrar esa luz del día que todo corredor siempre busca y recorrer la distancia. No sé, 50 yardas o lo que fuera. y realmente fue para sellarlo y no solamente dar a los aficionados del Silverdome una victoria, sino una linda carrera eléctrica en los playoffs.
Kevin Glover, centro de los Lions: Casillas recibe muchos comentarios duros de sus compañeros por ellos, pero entonces [Ken] Norton, quien era un gran jugador, se vio girado al final de esa jugada. Nadie queda humillado si te vence Barry porque él era una especie rara. No es un tipo ordinario, así que no hay pena en ser vencido por un gran jugador.
Casillas: Siemrpe es grandioso ser parte de la historia de Barry Sanders. Pienso que probablemente deba recibir regalías por esa jugada cada vez que la muestran, porque ellos dicen, "¿Quién es ese tonto, N° 75?", y está mi nombre allí. Muchas gracias, Barry. Es mejor ser recordado que ser olvidado. Sí diré esto, aunque era su primer juego de playoffs, miren lo que sucedió en los siguientes tres Super Bowls a lo largo de los siguientes cuatro años. [El head coach de los Cowboys] Jimmy [Johnson] no iba a dejar que eso sucediera de nuevo, pero Barry Sanders para mí es el mejor corredor de todos los tiempos.
Usando calcomanías en los lados del casco para honrar a Utley, la celebración de la victoria para los Lions inició antes de que concluyera el encuentro. Fue la primera victoria para la franquicia en los playoffs desde que derrotaron a los Cleveland Browns en el Juego de Campeonato de la NFL en 1957.
Sanders: No quiero decir que era antes de que los Cowboys fueran los reales Cowboys, pero ganaron [el Super Bowl] al año siguiente y obviamente tres en un periodo muy breve allí. Entonces, fue algo grande.
Fontes: Después de la victoria, recuerdo al propietario, Dios lo tenga en su gloria, Sr. [William Clay] Ford. Le pregunté a mi encargado de relaciones públicas, le dije, "Mira, este es un gran momento para Detroit y para él", Estaba allí arriba en un palco, y recuerdo decirle al tipo de relaciones públicas, "Dile que baje al campo". El Sr. Ford no quería interferir. Era un gran propietario, y le importaba ganar. Viene bajando al campo, y está en el túnel. Le hago señas parta que baje, y llega desde la línea lateral, y ahora está a unos pies detrás mío. Le dije, "Sr. Ford, venga aquí y disfrute esto. Es su equipo". Y se paró allí y era un hombre muy orgulloso.
Brown: Oh, vaya. Eso fue grandioso. Más allá de ganar un Super Bowl, no creo que jamás haya estado en un vestidor que estaba tan encendido como nuestro vestidor. Teníamos la música. Teníamos toda clase de celebridades allí. Tim Allen, estaba allí. Tantos dignatarios locales estuvieron allí para el juego. Fue solo un gran momento. Era una celebración increíble. Estaba desatado. La música, todo lo que fluía después del juego.
Mark "Pilgrim" Mullins, dueño de abono de temporada de los Lions desde 1991: Puedo recordar la electricidad en ese estadio. Toda la segunda mitad, no creo que nos sentamos. El ruido ensordecedor y los gritos, no creo que hayamos igualado eso desde entonces. Para nosotros, nuestro primer año con abonos de temporada, yo y mi amigo, éramos jóvenes. Estaba en mis 20s, y nunca olvidaré. Soy de hueso colorado. Seguro, tuvimos bastante fiesta esa noche.
Los Lions avanzaron al Juego de Campeonato de la NFL, donde cayeron ante el eventual campeón del Super Bowl, Washington, por 41-10. Ningún equipo de los Lions ha alcanzado ese punto de nuevo, hasta ahora.
Utley: Fue probablemente uno de los mejores grupos de chicos con los que pude jugar, y la razón por la que lo digo es que todos sacrificaron tanto por estar hasta donde estábamos, hasta ese punto. Fuimos mediocres en términos de récord, pero sobre el campo jugábamos tan bien. Gran diferencia. Era algo que, debo decir, fue bastante genial.
Jerry Ball, tackle nariz de los Lions: En esta situación en particular, fue una cuestión cultural que estaba cambiando, y nosotros como jugadores, decidimos hacernos responsables unos para con otros.
Sanders: Digo, es difícil creer que han pasado 30 años. Siento que ciertamente debieron existir más triunfos de playoffs. Es difícil de creer que ese fue el último. Eso solo prueba que hay mucho trabajo por hacer, pero también prueba que, incluso entonces, tuvimos algo de progreso, y al menos por ese año, algo de esperanza para los fanáticos de los Lions. Esperamos que eso suceda de nuevo, pronto.