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Familia, el motor de Sony Michel, la nueva estrella de los Patriots

Nota del editor: La pieza fue actualizada tras presentarse por primera vez en diciembre del 2018.

FOXBOROUGH -- Marie Michel vio a su hijo en la Final de la Conferencia Americana y no pudo evitar las lágrimas.

El ver a su hijo menor cumplir el sueño de jugar en la NFL sería suficiente, pero su actuación histórica y la manera en que ayudó a los New England Patriots a llegar al Super Bowl LIII, le produjo emociones a un punto sin paralelo.

"Eso fue increíble. Simplemente no lo puedo creer. ¿El primer año? ¿Ir al Super Bowl? Me hizo llorar", comentó a través de una entrevista telefónica con ESPN el lunes.

Marie no pudo acudir al partido en el Arrowhead Stadium pero, como siempre, estaba a su lado en espíritu. El lazo que los une es una parte de los motivos por lo cual la presencia de Sony Michel en el campo enciende a sus compañeros con una perspectiva superior a la de gente de su edad.

Para empezar a comprender esto, debemos hacer un viaje en el tiempo a 1990 cuando Marie emigró de Haití a Estados Unidos.

"Supe acerca de [su viaje] muchos años después", comentó Michel en una parte de la campaña. "Quizá [en 2017] fue la primera vez que le pregunté sobre su experiencia.

"En la cultura de Haití, y quizá en muchas otras, siempre hay fronteras. Siempre sentí que era un niño y me quedaba en esa posición, sin preguntar".

"Cuando entro al campo, con el nombre Michel en la espalda, no sólo se trata de mi. Va más allá. Es mi familia."

Pero en algún punto del año pasado, cuando se preparaba para hacer la transición de estrella en la Universidad de Georgia a ser reclutado en la primera ronda por los Patriots, algo cambió.

"Sólo sentí que era lo correcto y fue entonces cuando pregunté. Me dijo la situación, su forma de pensar y cómo actuaba. Aprender de su experiencia es similar a lo que atravesamos en la vida. Todos debemos tener momentos de adversidad y también algunas oportunidades. Todo depende de lo que hagas con ello".

Esa forma de afrontar las cosas le ha servido para ganarse a sus compañeros y entrenadores en la campaña, quienes señalan que no es el típico novato.

Los Patriots confiaron en él cuando llegaron los juegos más importantes para cerrar la campaña y en los playoffs. Registra 408 yardas y seis anotaciones en la actual racha de cuatro triunfos del equipo para convertirse en el primer novato en la historia de la NFL con cinco touchdowns en la misma postemporada. Se espera que sea pieza clave de la ofensiva en el Super Bowl LIII ante Los Angeles Rams el domingo.

Michel, de 23 años, está cumpliendo su sueño como jugador de futbol americano. Cuando Marie tenía 23, sus sueños eran diferentes.

Estaba viviendo en Haití con su hija de 19 meses, Lamise, y el futuro no parecía brillante.

"Dejé Haití por una mejor vida", dijo.

Pasó tres meses en Bahamas antes de tomar un bote por la noche con 13 personas más hacia Miami y entre sus posesiones estaba una libreta que incluía el teléfono de la hermana a la que debía marcarle apenas llegara. Sin hablar inglés y dejando a su hija atrás en un principio, tampoco había certeza que el viaje tuviera el resultado deseado, pero dijo que confió en Dios y en el amor.

Veintiocho años después, se ríe cuando le preguntan qué tantos detalles compartió con Sony sobre su viaje.

"Nunca quise que se enojara por ello", dice.

En un momento de silencio en el vestidor de los Patriots, a Michel le preguntaron si alguien, inclusive él, podía entender el tipo de riesgo que corrió Marie en su viaje a Estados Unidos al no saber si llegaría con bien.

"No, creo que eso es imposible", apuntó el novato egresado de Georgia. "Ahora que tengo más edad, creo que ya tengo mayor perspectiva. Tengo algunas responsabilidades que me permiten ver los sacrificios que hizo --que mis dos padres hicieron-- y sabe que no sólo puede pensar en él. También debo hacer cosas por otras personas, especialmente por mi familia. Yo los necesito y ellos me necesitan".

En 1991, Marie conoció a su esposo Jean en Orlando. Su hijo mayor, Marken, nació en 1993 y dos años después llegó Sony.

A lo largo del camino, Marie tuvo múltiples trabajos, inclusive uno como mucama en un hotel que le permitiría reunir el dinero suficiente para llevar a su hija Lamise a Estados Unidos en 1996.

"Mi papá es similar. Ambos se conducen de la misma forma", dijo Michel. Su padre también emigró de Haití y conoció a Marie en Estados Unidos. "Vino acá por una oportunidad. No le he preguntado sobre su experiencia, pero inclusive hoy día le gusta competir, hacer cosas y estar involucrado".

Esto es lo que significa tanto para uno de los jugadores más recientes de los Patriots, quien siempre actúa con mucha humildad. Todos estarán juntos en el Super Bowl LIII ya que planean hacer el viaje rumbo a Atlanta el jueves por la noche.

"Seguimos juntos pese a todo, lo bueno y lo malo", comentó Michel. "Sin importar lo que se presentara, la familia nunca se quebró ante situaciones adversas. Creo que eso fue lo más importante. Escuchas muchas historias sobre familias que pasan momentos complicados y se deshacen, pero la mía es fuerte. Nos apoyamos unos a otros. Mis padres, mi hermano, mi hermana. Apoyo sus sueños y ellos el mío.

"Así es como afronto las cosas. El poder hacer esto, es mi motivación, el seguir adelante y que se sientan orgullosos. Sé que el hecho de estar en la NFL, jugar con los Patriots, les da esperanza a ellos y también a mucha gente. Ya sea a través de mi o si ellos inspiran a otra gente con comentarios como 'mi hermano está haciendo esto; ha logrado esto' creo que es increíble",

Michel incluye a su amigo cercano Allen Pinder como parte de ese grupo. Es alguien que ha estado a su lado en todo momento desde que eran jóvenes y lo ha seguido por la primaria, la preparatoria en Fort Lauderdale, a la Universidad de Georgia y finalmente a los Patriots.

"Sabía que era un niño especial desde que lo conocí cuando tenía ocho años", comentó Pinder. "Siempre ha sido maduro y ha tenido la determinación para ser grandioso, pero sabíamos que debía trabajar como nunca antes en su vida".

Marie recuerda una historia chistosa de cuando comenzó la carrera de Sony en el futbol americano y cómo tuvo que acostumbrarse a lo que venía.

"En Haití, jugamos futbol soccer. No conocemos el futbol americano", comenzó. "Cuando Sony aparece como corredor y tiene el balón, todo mundo lo está tacleando. Yo quiero entrar al campo para sacar a mi hijo de ahí y una vez un entrenador me dijo 'señora Michel, las cosas no funcionan así'".

A lo que ella contestó, "bueno, ¡no puedo dejar que maten a mi hijo!".

Ahora lo comprende un poco mejor, aunque sigue siendo difícil para ella ver como los rivales le propinan fuertes golpes o tuercen el cuerpo de su hijo, tal y como ocurrió el 21 de octubre ante los Chicago Bears cuando se lesionó la rodilla y de nuevo el 25 de noviembre ante los New York Jets cuando presentó molestias en la espalda.

Tuvo que perderse un par de duelos por el dolor en la rodilla y su retorno significó un gran equilibrio para los Patriots. Ante los Jets fue diferente porque sólo salió por algunas jugadas pese a que mostró mucho dolor en algún momento.

Su deseo por formar parte de la intensidad que representa ser jugador profesional no resulta sorpresivo para aquellos que lo conocen y esto se debe a los valores que le inculcaron en casa. Tampoco llama la atención que su madre siga trabajando en una cafetería del American Heritage High School pese a que su hijo firmó por cuatro años y 9.62 millones de dólares como la selección N°31 en el draft.

"Aún así debes ahorrar algo", dijo ella. "Quiere darme [dinero] ahorita, ¿pero qué pasa si un día llega y dice 'ya no puedo ayudarte´? Si eso ocurre, entonces prefiero saber que aún puedo depender de mi misma".

Sin embargo, Sony siente una gran emoción por el hecho de poder ayudarles a pagar la renta y comprarle un coche a cada uno de sus padres.

"Está ahí porque ella quiere estar ahí", dijo el corredor de los Patriots. "Ese es el tipo de persona que es mi mamá. Todavía quiere ayudar, inspirar y retribuir. Creo que eso es importante.

"Nunca me he acercado a decirle 'hey, deja tu trabajo' porque sé que ella no es así. Su visión es siempre construir algo más grande".

Michel también ha seguido de cerca el éxito de los Calgary Stampederes en su búsqueda por la Grey Cup en la liga profesional de futbol americano en Canadá ya que su hermano, Marken, ha formado parte del roster los últimos tres años tras una carrera sobresaliente en la Universidad de Massachusetts y ahora perseguirá su sueño de llegar a la NFL tras firmar un contrato para el "futuro" con los Philadelphia Eagles en 2019.

Mientras tanto, Sony reveló que es tío por primera vez ya que Lamise, ahora con 30 años, tuvo un bebé hace poco.

La familia decidió continuar en Florida ya que consideran que es lo mejor para ellos pese a la mudanza de Sony a Boston.

"Mi perspectiva general sobre eso es sí, ya lo conseguí, estoy viviendo mi sueño, pero también sigo trabajando para conseguir más y mejores cosas. Ellos están haciendo lo mismo y están intentando tener la mejor vida posible".

"A pesar que no estamos cerca [en cuestión de distancia], todavía puedo apoyarlos, ayudarlos. Creo que el venirse para acá no hubiera sido lo mejor para ellos. Creo que pueden construir más y ayudar a más gente allá, a personas que conocen ya que es el entorno al que están acostumbrados".

Marie considera que todo esto es un milagro y dice que el vínculo que tiene con su hijo Sony es una de sus más grandes bendiciones ya que hablan casi cada día.

"Todavía me escucha. Inclusive ahorita en la NFL, me habla y me dice 'mamá, haré esto ¿qué piensas´?". Por lo que siempre le brinda un consejo antes de dar un nuevo paso, pero tampoco con todo. ¿Sobre mujeres? "No", responde con una sonrisa. "Pero siempre está de mi lado".

Y es que esa es la única manera que conocen en la familia. Michel eligió Haití como su tema para el programa de la NFL 'My Cause, My Cleats' esta temporada, esperando que con ello pudiera generar interés en esfuerzos para apoyo al portar la bandera y los colores del país en sus zapatos.

"Cuando entro al campo, con el nombre Michel en la espalda, no sólo se trata de mi. Va más allá. Es mi familia", dijo cuando recordó el viaje que hizo su madre de Haití a Estados Unidos.

"Al crecer con esa cultura [de Haití], esa es la expectativa. No será bonito, tampoco divertido. Sé que su excursión no fue entretenida, por lo que debía hacer algo al respecto.

"Eso me sirve para poner las cosas en perspectiva. Su historia me inspiró".

Y el hecho de tener a su madre en las tribunas para el Super Bowl LIII, sabe que será un viaje mucho más sencillo que aquel que realizó con rumbo a Estados Unidos para tener una mejor vida.

"Que ella esté feliz es la meta", dijo.

Por lo que, entonces, esto ya lo ha conseguido.

"Cuando vea que juega de esa forma, me pongo muy contenta porque sé que él es feliz con eso", dijo Marie. "No puedo pedir nada más. Es una bendición".