“El final se acerca ya, lo esperaré serenamente”. Es el inicio en Español de la increíble canción “My Way” que inmortalizara Frank Sinatra. Faltan sólo cuatro semanas de playoffs, más una de espera para coronar al campeón de la temporada 2019. La temporada regular es parte de la historia. Para mí este año marcó el regreso a las transmisiones de SNF. En 2004 y 2005, ESPN tenía los derechos de partidos ese día. En 2006, la empresa adquirió la incomparable franquicia que es MNF.
Falta un año para que venza el contrato colectivo laboral, pero ya se escuchan fuertes rumores de cambios que entrarían en vigencia para 2022, en particular una temporada de 17 partidos y playoffs con 14 equipos, uno adicional por conferencia. No es que me resista al cambio. El cambio en muchas ocasiones es saludable, pero no veo un argumento razonable para expandir la temporada regular y los playoffs. En la jornada 17, como suele suceder, equipos ya clasificados descansaron jugadores que habían sufrido lesiones, o solamente para tenerlo frescos para la recta final. Todos los planteles en postemporada llegan con bajas significantes. Seattle, por ejemplo, tuvo que recurrir a los servicios de Marshall Lynch quien no jugaba desde la Semana 6 de 2018 y también firmó a Robert Turbin, otro que también jugó su último partido ese año. No hay jugadores de calidad disponibles porque el futbol Americano de la NFL es brutalmente físico y una gran parte está fuera de acción. Una semana más, seguramente a costa de partidos de pretemporada, diluiría más la calidad del producto. Entiendo que a muchos no les atrae la pretemporada, pero sin ella, muchos jugadores, como quien aquí escribe, y luminarias como Tom Brady, Russell Wilson, Kurt Warner y muchos otros más, jamás habríamos tenido la oportunidad de competir por un lugar en la NFL.
Respecto a repartir un boleto más por conferencia al torneo final me pregunto, ¿Qué equipo quedó fuera que en verdad MERECÍA calificar y podría ser factor en playoffs? ¿Oakland, Pittsburgh en la AFC? ¿Dallas, LAR, Atlanta, Chicago? Sin tratar de agraviar a los seguidores de esas franquicias, todos tuvieron la oportunidad de avanzar, pero no la aprovecharon en el momento indicado.
Hubo varios equipos que calificaron y que no puse en mi lista de agosto. No es la primera vez que sucede ni será la última. A continuación, voy a hacer un ejercicio que titulo: ¿Por qué no?
Mis finalistas en agosto fueron, por la AFC: Pats, Pittsburgh, Jacksonville, LAC, Kansas City y Tennessee. Faltaron Buffalo, Baltimore, y Houston. En la NFC fui por: Filadelfia, Chicago, Atlanta, LAR, Nueva Orleans y Dallas. No incluidos estuvieron Green Bay, Minnesota, San Francisco y Seattle.
¿Por qué no?
Buffalo: la línea ofensiva en 2017 fue un desastre y Josh Allen promedió más de una entrega de balón por partido. Firmaron a cinco agentes libres en la línea ofensiva, contrataron a un entrenador nuevo para esa unidad, y seleccionaron a Cody Ford con la 2ª. Estuve cerca de incluirlos por la excelente defensiva que tuvieron en 2018, pero, al final, estaba entre ellos, Kansas City y Jacksonville para uno de los dos puestos de comodín. Tenía a LAC ganando la división Oeste. En retrospectiva la decisión es fácil, pero en Agosto Jacksonville tenía un buen plantel con una buena defensiva y Nick Foles de QB. Foles se lesionó en el primer partido. Aún con Garner Misnshew tenían posibilidades, pero la defensiva se desmoronó con la salida de Jalen Ramsey por cuestiones personales.
Houston: en agosto esta parecía una franquicia a la deriva, sin un gerente general, hipotecando la franquicia con canjes desfavorables como el de Laremy Tunsil, Jadeveon Clowney y yendo por Carlos Hyde, quien había decepcionado cuatro equipos. No estoy seguro todavía que Houston es equipo de playoff, pero ahí están.
Baltimore: esta es la más difícil de explicar. Los que han seguido esta nota a través de los años recordarán que en 2018, los Cuervos fueron mis favoritos para ser campeones de la NFL, sobre todo por la gran defensiva que tenían y el excelente ataque terrestre. Primer vino la lesión de Flacco que le dio paso a Lamar Jackson que los llevó a ganar 6 de 7 partidos, pero su actuación en el playoff divisional contra LAC fue tan mala, que nunca pensé que tuvieran posibilidades de llegar lejos en postemporada. Después dejaron ir a Zadarius Smith, quien la ha reventado en Green Bay, y a CJ Mosley, quien era el eje de su defensiva. No anticipé el cambio en Lamar como pasador y el impacto que tendría la llegada de Mark Ingram, quien había sido un corredor sólido pero no espectacular, ni tampoco la de Marquise Brown, quien en Oklahoma fue frágil. La defensiva reemplazó a los que se fueron y de alguna manera canalizaron el talento de Marcus Peters. Son el marcado favorito para llegar al Super Bowl en la AFC.
Green Bay: la respuesta es sencilla, Matt LaFleur. LaFleur no tuvo éxito como coordinador ofensivo en Tennessee. Marcus Mariota no mejoró y el ataque tuvo poca imaginación. Hubo rumores antes del inicio de temporada de que tenía una relación tensa con Aaron Rodgers por diferencias filosóficas en el esquema. Green Bay ganó 13 partidos, pero Rodgers no tuvo una gran temporada. Hubo una mejoría drástica en el ataque terrestre y a la defensiva. La directiva cambió su filosofía respecto a la agencia libre y firmaron a Zadarius Smith, Preston Smith y Adrian Amos, entre otros y la defensiva pasó a otro nivel. No he visto todavía un juego de los Empacadores que me convierta en creyente, pero siguen ganando.
Minnesota: Kirk Cousins. ¿Necesito elaborar? Los Vikingos están donde están porque Dalvin Cook por fin jugó al nivel de su talento. Cousins ha tenido buenos partidos, pero contra competencia dura se ha visto perdido. No tenía expectativas altas de la defensiva de pase, en particular de sus esquineros, y como la anticipaba han decepcionado. Podrían ser peligrosos con Cook a buen nivel, pero llega disminuido a playoffs con una lesión en el hombro. Un solo golpe lo podría dejar fuera de acción. Habían planeado en un buen suplente, pero Alexander Mattison también llega tocado.
Seattle: me costó trabajo no incluirlos por la magia de Russell Wilson. Soy un gran fan de DangerRuss, pero no veía una línea ofensiva de buen nivel, ni receptores que requirieran planes defensivos diseñados a neutralizarlos. La defensiva, en particular la de pase, parecía deficiente, y por lo visto este cierre de temporada, lo es.
San Francisco: pensé que serían mejor equipo. Mis expectativas eran para un record de 8-8, o quizás de 9-7. Quise esperar a ver jugar a Jimmy Garoppolo una temporada completa bajo el sistema de Shanahan, pero no tenía grandes esperanzas por el nivel mostrado por los receptores que habían jugado. Hicieron el canje por Emmanuel Sanders y en la segunda mitad de la temporada Debo Samuel se destapó como una gran arma ofensiva. Shanahan siempre tiene ataques terrestres potentes y pensaba que la defensiva sería mejor, pero los veía a un año de destronar a LAR. La decisión estuvo entre los 49s, Dallas y Nueva Orleans para los dos puestos de comodín y lamentablemente los dejé fuera en base al nivel de talento demostrado EN AGOSTO.
Se preguntarán por qué fui por Atlanta y Pittsburgh para llegar al Super Bowl LIV. Atlanta por fin jugó al nivel de su talento en la segunda mitad de la temporada cerrando 6-2 con victorias de visitante en Nueva Orleans y San Francisco. Dejo a su imaginación lo que habría sido de los Acereros de haber contado con los servicios de Ben Roethlisberger.
El sábado tuve la oportunidad de narrar por primera vez en televisión un juego de Colegial. Dije erróneamente que no había narrado un juego universitario en 25 años. Son 24. Narré por radio la final del Southwest Conference entre Texas A&M y Texas, victoria de Texas por supuesto. Aunque muchos me declaran fan de varios equipos en base a comentarios durante partidos, no tengo equipo favorito en la NFL. Sigo la NFL más de cerca que cualquier otra liga deportiva profesional, pero ME ENCANTA el futbol Americano colegial y disfruto plenamente los juegos de mis Cuernos Largos de Texas. El partido entre LSU y Oklahoma fue una paliza, pero lo disfruté plenamente con Ciro Procuna. Ahora me toca narrar la final colegial con los expertos en materia, Lalo Varelo y Pablo Viruega. Servirá como preparación para las narraciones de la final de la AFC y el Super Bowl que haré también con ellos.
Finalmente, llegamos al final del año y de la década. 2019 será siempre un año que recordaré por muchas razones. En junio cumplí 60 años, una edad que es difícil de aceptar para muchos por marcar la llegada a la tercera edad. En mi caso no fue así. Si dicen que la vida empieza a los 40, yo diría que la plenitud comienza a los 60. He sido bendecido con una esposa maravillosa que es mi amiga y compañera, y tres hijos excepcionales. Tengo salud, amigos y trabajo. ¿Qué más puede faltar? El 15 de junio, día del cumpleaños, decidí que trataría de ser una persona positiva el tiempo que me quede de vida. No ha sido fácil, pero trato de hacerlo cada día. Algunos seguidores de Twitter habrán notado que yo no respondo enérgicamente a críticas ni a insultos. Si la crítica es válida, la tomo en cuenta y entablo conversación, pero a los necios y negativos los elimino de mi vida. Como siempre sucede, hubo cambios difíciles. En el trabajo dije adiós a queridos y valiosos colegas con los cuales seguiré teniendo una amistad que fue forjada en el esfuerzo, trabajo en equipo y apoyo mutuo cuando las cosas no salían bien.
Si algo puede dejar esta simple nota que hoy escribo es desearles lo mejor a ustedes, a sus familias y a sus seres queridos. No es necesario llegar a los 60 para convertirse en una persona positiva y tratar de ver todo lo bueno que la vida nos puede ofrecer.
¡Que Dios los bendiga siempre!
Hasta la próxima...