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Richard Sherman sigue sin olvidar sus problemas con Jim Harbaugh

MIAMI – Generalmente el puntapié inicial de la semana del Super Bowl pasa sin pena ni gloria.

Mucho show y poca información, suele haber en el Opening Night, donde los protagonistas generalmente tienen la oportunidad de relajarse un poco antes de empezar a enfocarse más de pleno a partir del martes.

No obstante, como de costumbre, Richard Sherman se llevó los reflectores el lunes en Marlins Park.

“Yo simplemente quería sacar a Jim Harbaugh de la liga”, enfatizó Sherman. “Una vez que eso sucedió, no tenía ningún problema con la franquicia de los San Francisco 49ers”.

Los problemas entre Sherman y Harbaugh vienen desde su época en la Universidad de Stanford, cuando Harbaugh entrenó al esquinero con los Arizona Cardinals.

Ya ha pasado más de una década desde aquello, pero el ahora esquinero de los 49ers se niega a olvidarlo, y menos a dar vuelta la página.

“No hay nada que arreglar”, continuó Sherman. “El puente se ha quemado, y en esta particular relación, nunca se volverá a construir”.

Harbaugh esencialmente lo obligó a cambiar de posición, lo llamó una “diva de las prácticas”, le pidió que se transfiriera de universidad y lo acusó de “abandonar” a su equipo en el 2008, cuando debió operarse la rodilla.

Sherman había trabajado demasiado duro para llegar a Stanford, por lo cual irse no era una opción.

El ahora esquinero era receptor abierto, y cuando Harbaugh le dijo que no lo iba a tener en cuenta, decidió trabajar aún más duro hasta que el coordinador defensivo Ron Lynn le dio la oportunidad como esquinero. Sherman sabía muchas de las jugadas de la ofensiva, y brilló de entrada como esquinero; Lynn más tarde admitiría que “querer frustrar la ofensiva de Harbaugh lo motivaba”.

En otras palabras, quizás Harbaugh fue una desgracia disfrazada de bendición para Sherman, quien se aseguró de dejar en claro que no hay vuelta atrás en el Opening Night en Miami.

Se dice coloquialmente que el tiempo cura las heridas, pero creo que podemos decir a ciencia cierta que Sherman nunca hubiese llegado a los 49ers si Jim Harbaugh hubiese seguido al mando.

Sherman ha sido crucial para esta defensiva de los 49ers, que ha sido la mejor a la hora de defender el ataque aéreo, en toda la NFL.

El esquinero de los 49ers siempre ha sido muy vocal, y el Super Bowl de Miami no es la excepción.